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El ministro de Justicia recibió el galardón de la asociación en nombre del Gobierno central
La comunidad judía de Melilla, que tiene presencia en la ciudad desde hace más de 150 años, reconoció ayer al Estado español por la concesión de la nacionalidad a los sefardíes, de los que parte de su diáspora se instaló en el norte de África cuando hace más de cinco siglos fueron expulsados de España.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, recogió en representación del Gobierno el Premio Mem Guímel concedido por la asociación judía del mismo nombre por la ley 12/2015, que otorgó la nacionalidad española a los descendientes de judíos expulsados en 1492 por los Reyes Católicos.
Al recoger la placa de reconocimiento, Catalá destacó que esta ley es una “de las más importantes” de los últimos años “por su contenido simbólico”, ya que representa “la restauración histórica de una deuda de hace cinco siglos con el pueblo judío y los sefardíes en particular”.
La expulsión de esta comunidad “marcó negativamente la historia de España, por la pérdida de talento, de capacidad y de afecto” hacia este pueblo y de “la nacionalidad española, que nunca se debió perder”, aseveró el ministro.
Por ello, agradeció este “gesto de reencuentro” con Sefarad, la tierra que la tradición judicial identifica con España, tras recibir el galardón de manos del presidente de la Asociación Mem Guímel de Melilla, Mordejay Guahnich, en Presidencia.