Los abogados de los melillenses reclamados por Marruecos solicitaron ayer que los partidos políticos locales abandonen la confrontación y defiendan una postura unitaria en contra de la posible extradición al vecino reino de El Bay, Araass y Abdeselam Ahmed. La petición se reviste de toda lógica y sensatez porque si lo que se pretende es ayudar a los encausados y a la vez dejar claro que los melillenses de origen bereber deben ser tratados como españoles y no como marroquíes, flaco favor se hace a la misma causa si la confrontación y la gresca imperan en el debate político.
Como dijeron los abogados, este es un asunto que requiere de la consideración de la opinión pública. Los ciudadanos de Melilla, todos, tienen que saber de un problema que nos afecta colectivamente. De ahí que la llamada a la responsabilidad de los partidos políticos sea indiscutible, puesto que hablamos de una cuestión que, al fin y al cabo, nos pone a todos en el punto de mira de un debate sobre la validez de la nacionalidad española de aquellos melillenses con apellidos de origen magrebí, amazigh o bereber si prefieren.