Este domingo 6 de abril, a las 10.30 de la mañana, un grupo de turistas participó en la Ruta Sefardí, una actividad organizada por la asociación socio-cultural Mem Guímel con el objetivo de divulgar la historia judía de la ciudad.
El recorrido, que tuvo una duración aproximada de dos horas, comenzó en el Museo Sefardí de Melilla y ofreció a los asistentes una experiencia enriquecedora centrada en el legado sefardí con una novedad destacada: este año la iniciativa se entrelazó con la visita guiada por el Día del Pueblo Gitano que se conmemora el 8 de abril.
Un inicio en el corazón de la historia judía
El punto de partida fue el Museo Sefardí, un espacio clave para la conservación y divulgación del patrimonio judío local. Allí, los asistentes pudieron contemplar una colección de objetos históricos, documentos, fotografías y elementos que dan testimonio de la presencia sefardí en Melilla a lo largo de los siglos. La visita al museo permitió conocer de cerca las costumbres, tradiciones y aportaciones culturales de esta comunidad, que ha sido parte fundamental del tejido social de la ciudad.
Tras la visita al museo, el grupo continuó la ruta hacia el barrio de Melilla la Vieja, una de las zonas más emblemáticas de la ciudad. Este enclave, con sus callejuelas estrechas y construcciones de época, ofreció el contexto ideal para adentrarse en la historia sefardí desde una perspectiva más urbana y cotidiana. Los participantes pudieron recorrer lugares históricos como la Plaza de los Aljibes, donde se ofrecieron explicaciones sobre la evolución de la comunidad judía en la ciudad, sus momentos de esplendor y sus desafíos.
Una ruta multicultural con inclusión del legado gitano
Como parte del enfoque intercultural de esta edición, la Ruta Sefardí se integró con la Ruta Gitana, una actividad especial enmarcada en la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano. Esta fusión no solo permitió destacar el papel de la comunidad judía, sino también visibilizar la historia, la cultura y las contribuciones del pueblo gitano a la identidad de Melilla.
Durante este tramo, los visitantes conocieron el significado de la conmemoración, que recuerda la historia de lucha del pueblo gitano y pone en valor su cultura, su lengua y sus tradiciones. Se abordaron aspectos como la discriminación histórica sufrida por esta comunidad, pero también su rica herencia musical, su espiritualidad y su fuerte vínculo con la ciudad.
El recorrido, que también pasó por la simbólica Plaza Multicultural, sirvió como escenario para reflexionar sobre la convivencia de distintas religiones y etnias en Melilla: cristianos, musulmanes, judíos, hindúes y gitanos han contribuido durante generaciones a crear una identidad común basada en la diversidad y el respeto mutuo.
Un cierre espiritual en la sinagoga Or Zaruaj
El itinerario finalizó en la sinagoga Or Zaruaj, un templo de gran valor para la comunidad judía melillense. Allí, los turistas pudieron conocer más de primera mano sobre el judaísmo, sus prácticas religiosas y la importancia de la sinagoga como centro espiritual y cultural. El cierre de la ruta reforzó el mensaje de la actividad: la necesidad de preservar la memoria histórica y valorar la riqueza del patrimonio cultural compartido.
Cabe destacar que la Ruta Sefardí organizada por la Asociación Mem Guimel destacó no solo por su contenido, sino también por su formato reducido, que permitió una experiencia más íntima, con mayor interacción entre los asistentes y un aprovechamiento más profundo de las explicaciones ofrecidas.
La actividad fue muy bien recibida por los participantes, quienes valoraron la inclusión de las culturas, que enriqueció aun más el recorrido.
Este tipo de iniciativa ponen en valor la herencia histórica y cultural de Melilla. Al integrar las historias de diferentes comunidades que han dejado huella en la ciudad, la Ruta Sefardí no solo educa, sino que también promueve una sociedad más inclusiva y consciente de su identidad multicultural.