El 8,67% de las personas con discapacidad en Melilla se encontraban en situación de desempleo durante el pasado año. Son datos del último 'Informe del Mercado de Trabajo de las Personas con Discapacidad', elaborado por el Ministerio de Trabajo, y que ha sido publicado en los últimos días.
En la ciudad autónoma, durante 2023, había 863 personas afiliadas a la Seguridad Social, lo que supone el 3,47% del total. En cuanto a las cifras de desempleados se asemejan bastante a la de la población activa. El año pasado había 740 personas en situación de desempleo, alcanzando ese 8,67% mencionado.
Esto implica que nuestra ciudad presenta la tasa más alta de desempleo de todas las ciudades españolas dentro de este colectivo. Le siguen Tarragona con el 8,18%, Cuenca con el 8,11% o Albacete con el 7,86%.
Por el contrario, son Alicante (3,07%), Teruel (3,43%), Granada (3,60%) o Sevilla (3,97%) la que tiene porcentajes menores de parados.
A nivel nacional, la inclusión de las personas con discapacidad en el mercado laboral se estanca. Solo 1 de cada 3 trabaja actualmente o busca empleo.
Según los datos publicados en el citado informe, únicamente el 35% de las personas con discapacidad o en edad de trabajar se encuentran dentro de la población activa, es decir que tienen empleo o lo están buscando. Se trata de una tasa que casi no ha subido en los últimos años.
En concreto, esta tasa ha subido apenas 1,7 puntos en los últimos diez años con una brecha de 40 puntos frente a la general que supera el 75%.
Tal y como recoge el propio estudio, "la principal característica de las personas con discapacidad en edad laboral es su baja participación en el mercado". Es más, solo el 27,8% trabaja, siendo el paro de este colectivo del 21,4%. Aunque estas cifras mejoran las de años previos, siguen estando muy alejadas de las generales.
En cifras absolutas, en 2023 había en España 1.941.900 personas en edad laboral con discapacidad, de las que algo más de 325.000 estaban afiliadas a la Seguridad Social. Esto supone el 1,5% del total de ocupados del año pasado que superó los 20,7 millones.
Si observamos la serie histórica del colectivo desde 2014, se puede apreciar la tendencia ascendente, con pequeños incrementos producidos año tras año hasta 2019. En total, el número de afiliaciones de personas con discapacidad en 2023 fue un 70,77 % más que las registradas en 2014.
Por tanto, y aunque el colectivo a día de hoy no supone más del 1,58 % del total de los afiliados, lo cierto es que estaba experimentando un crecimiento sostenido en el tiempo hasta que cambia ligeramente la tendencia en 2020 por los efectos de la crisis sanitaria, para recuperarse claramente en estos últimos años.
En este sentido, aunque el crecimiento que experimentó la afiliación de personas con discapacidad en 2023 fue superior a la media nacional, con un 3,63 % frente al 2,85 % general, siguen siendo una minoría.
A fecha de 31 de diciembre de 2023, el número de personas con discapacidad paradas era de 139.321, que representan el 5,15 % de las personas paradas totales nacionales. Con 1.663 personas paradas menos que en el año anterior, el número de personas paradas con discapacidad disminuye, siguiendo la tendencia de bajada del paro nacional en general.
Por grupos poblacionales, son el colectivo de entre 25 y 44 años los que registran una mayor tasa de empleabilidad. En contraposición, los mejores de 25 años y los mayores de 54 años son los que tienen más complicado encontrar un trabajo.
Los mayores de 45 representan el 63,32 % frente a los menores de 25 cuya tasa de afiliación es del 3,12 %, concentrando, estos últimos, su afiliación en el régimen general con un 95,54 %.
En esta línea, los hombres con discapacidad presentan tasas de actividad y empleo más altas que las de las mujeres, que además también tienen un elevado peso del empleo a tiempo parcial. Los hombres representan el 58 % de la afiliación frente al 42 % de las mujeres. Esta es mucho menos acusada que en el caso de los parados que no tienen ninguna discapacidad, donde el reparto es del 60,06 % para las mujeres y del 39,94 % para los hombres, por lo que la brecha entre ambos es de 20 puntos porcentuales, bastante mayor que en el colectivo estudiado.
A pesar de ello, la brecha de género no es muy grande en este colectivo, tan solo de 7 puntos porcentuales de diferencia.
El sector servicios, el que genera más empleo
Los datos de la Tesorería General de la Seguridad Social revelan que la distribución por sectores de las personas con discapacidad afiliadas no es ni mucho menos homogénea, concentrándose en el sector servicios un 84,10 % de los afiliados del colectivo, porcentaje superior al que este sector alcanza en el total de afiliados ocupados en el sistema de Seguridad Social (76,28 %).
Al mismo tiempo, también es este sector en el que más aumentaron los afiliados de este colectivo en términos absolutos, con una subida total de 10.207 afiliados más en 2023.
El 15,9 % restante de la cuota total se la reparten entre industria, construcción y agricultura, por este orden.
En lo que se refiere a tipos de contratación, en 2023 la mayoría de contratos que se firmaron dentro del colectivo de las personas con discapacidad fueron en la modalidad de eventual por circunstancias de la producción, el 38,4%, seguido del indefinido ordinario con el 14,6%, sumando estas dos modalidades más de la mitad de la contratación realizada a estas personas (52,64%).
Estereotipos sociales
Este no es el único informe que ha sido publicado en los últimos meses. Según otra investigación elaborada por la Fundación Adecco, la participación de las personas con discapacidad en el mercado laboral se ha mantenido en los últimos diez años en torno a ese 35,5% que señalaba el Ministerio de Trabajo, "independientemente de la coyuntura". De esta forma, se vislumbra que este "no está tan determinado por los ciclos de prosperidad y crisis, sino por los estereotipos culturales y sociales", remarca.
Asimismo, tal y como detalla la Fundación, no solo hay diferencias en el mercado de trabajo en cuanto a grupos de edad o sexos, sino también según el tipo de discapacidad que presentan las personas.
Sobre esta cuestión, apunta que la participación laboral es superior en aquellas discapacidades de tipo auditivo (61,2 %), seguidas de las personas con discapacidad de tipo orgánico, cuando esta afecta a los sistemas digestivo, metabólicos y endocrinos (45,7 %).En el caso de la discapacidad física del sistema osteoarticular la tasa es del 44,7 % y en la visual, del 39,5 %.
Por el contrario, la menor participación de estas personas se observa en discapacidades de tipo mental o psicosocial (29,2%), siendo además el colectivo con menor nivel de formación.
"La discapacidad de tipo mental es la más estigmatizada, debido a un fuerte desconocimiento y a la ausencia de experiencias de recorrido en el marco empresarial", incide el informe de Adecco.
Salarios un 19% menores
Pero este colectivo población no solo sufre tasas de desempleo mayores sino que además también cuentan con salarios más bajos que la general. Tal y como se recoge en la encuesta 'El salario de las personas con discapacidad 2022', que ha publicado recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE), los trabajadores asalariados con discapacidad cobraron una media de 22.040 euros brutos al año en 2022, un 18,7 % menos que las personas sin discapacidad -27.107 euros-, pese a la ligera subida del 2,3 % respecto a 2021.
Por sexo, el salario de las mujeres con discapacidad fue un 8,8 % inferior: 20.898 euros de media, frente a 22.938 de los hombres, mientras que en la población sin discapacidad la diferencia es del 17,3 %.
Los salarios más reducidos correspondieron a los trabajadores con discapacidad intelectual y mental, mientras que los trabajadores con discapacidad física y sensorial percibieron los más elevados.
Si el cómputo se hace por horas, quienes tienen discapacidad perciben 14,6 euros por cada hora de trabajo frente a los 17,3 euros que cobra el resto de los trabajadores (15,6 % menos).
El salario disminuye dependiendo del grado de discapacidad. Así, las personas con una discapacidad de entre el 33 % y el 44 % percibieron de media 23.021 euros; aquellas con un grado comprendido entre el 45 % y el 64 % cobraron 20.504 euros; y el salario de las que cuentan con una discapacidad superior al 65 % fue de 20.079 euros.