Melilla se encuentra este martes, 15 de abril, en aviso amarillo por fuertes rachas de viento y mala mar, según la información publicada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La alerta se enmarca dentro de una situación meteorológica generalizada que afecta a otras nueve comunidades autónomas en la península y que está provocando lluvias intensas, nevadas, fuerte oleaje y vientos de gran intensidad en varios puntos del país.
En el caso de Melilla, la Aemet advierte que se esperan vientos del oeste con velocidades que podrían alcanzar rachas de hasta 70 kilómetros por hora. A esta situación se suma un estado de la mar muy alterado, con viento de fuerza 7 y olas que podrían oscilar entre los 3 y 4 metros de altura. La ciudad, junto con algunas provincias andaluzas como Almería, Cádiz y Granada, presenta condiciones adversas similares, con especial incidencia en la costa y zonas expuestas al viento.
El nivel de aviso amarillo implica un riesgo meteorológico bajo, pero no por ello deja de ser relevante. Según explica la Aemet, este tipo de alerta señala la aparición de fenómenos atmosféricos que, si bien son habituales en ciertas épocas del año, pueden resultar peligrosos para actividades concretas o para personas que se encuentren en zonas vulnerables. Por tanto, aunque no se espera una emergencia generalizada, se recomienda precaución en el entorno marítimo y costero de Melilla.
Este fenómeno no llega de forma aislada. De hecho, durante la pasada Semana Santa, la ciudad ya experimentó un tiempo inestable, con precipitaciones intermitentes que marcaron el carácter de los días festivos. Tal como recogió El Faro de Melilla en su cobertura de finales de marzo, el mes de abril se presentaba con tendencia a la variabilidad atmosférica, algo que ahora parece confirmarse con esta nueva alerta.
La situación afecta especialmente a actividades relacionadas con el mar. El puerto de Melilla, embarcaciones de recreo, operaciones pesqueras y otras actividades náuticas podrían verse limitadas o incluso suspendidas temporalmente si las condiciones empeoran. Desde las autoridades locales, se hace un llamamiento a la responsabilidad ciudadana para seguir las recomendaciones y evitar riesgos innecesarios.
A nivel nacional, comunidades como Cataluña, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana también han activado distintos niveles de alerta por fenómenos similares. En algunas zonas, como el Valle de Arán o las provincias del norte peninsular, el aviso se extiende a nevadas y lluvias torrenciales, acompañadas de granizo y posibles tormentas.
En Melilla, la evolución de la situación será seguida de cerca por los servicios de Protección Civil y Meteorología. No se descarta que el aviso pueda extenderse o cambiar de nivel si se agravan las condiciones atmosféricas a lo largo del día. Por ello, se recomienda a la población permanecer atenta a los partes meteorológicos y seguir las instrucciones oficiales.
Asimismo, se recuerda que los fenómenos meteorológicos adversos no deben subestimarse, aunque el aviso sea de nivel amarillo. Las autoridades piden especial atención a quienes practiquen deportes al aire libre, a quienes transiten por zonas costeras o realicen actividades cerca del mar, así como a quienes tengan que realizar desplazamientos durante la jornada.
Desde la Aemet también se indica que este tipo de episodios son más frecuentes en primavera, cuando las masas de aire frío y cálido entran en conflicto, favoreciendo la aparición de vientos fuertes y oleajes intensos. Por ello, se insiste en la importancia de consultar las previsiones oficiales y no confiarse por la aparente tranquilidad en ciertos momentos del día. La prevención sigue siendo la herramienta más eficaz frente a los riesgos climáticos.
La situación climatológica pone en riesgo, además, la salida procesional de Nuestro Padre Jesús Humillado, que debe realizar estación de penitencia este martes, a partir de las ocho y media de la tarde, desde la iglesia castrense, donde José Pedro Pomares realizará el acto de desagravio.