Melilla ha cerrado el mes de mayo con la tasa anual del Índice de Precios al Consumo (IPC) en el 4,7%, la segunda más alta de toda España. De hecho, sólo nos supera Canarias (4,9%). Ambas autonomías se quedan lejos de la media nacional, que está más de un punto y medio por debajo, en el 3,2%, según el informe publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si bien en el conjunto del país se ha registrado una bajada del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que se queda de media en una subida interanual del 12%, en Melilla no ha ocurrido así. Aquí seguimos con un repunte del 13,2% en el último año, lejos del 12,6% de Ceuta, pero en sintonía con Cantabria (13,2%) y Canarias (13,4%).
La buena noticia es que la tasa anual del IPC ha retrocedido en Melilla casi un punto de abril a mayo, al pasar del 5,8% al 4,7%. En este caso sí estamos en sintonía con la media nacional ya que en el conjunto de España los precios pasaron del 4,1% al 3,2% actual (casi un punto menos).
Pablo se acaba de independizar y ha ido a hacer la compra para cocinar en su casa lo mismo que suele comprar su madre. "Me gusta mucho el solomillo, pero tienes que comprar la pieza completa y cuesta 11 euros. Quería hacer un guiso de pescado como el que hace mi madre, pero no puedo pagarlo", confiesa a El Faro.
"Los huevos están a tope: casi tres veces más de lo que costaban antes", comenta a El Faro el melillense José.
La carne de ternera está a 9 euros el kilo, antes estaba a 6 euros/kilo y la de cordero está a 18 euros el kilo. Este año no han venido los borregos todavía. Estamos preparándonos para que cuesten más de 350 euros. En Marruecos están este año 270 euros", explica Aisha.
"Los kiwis están a 5 euros el kilo y hace dos o tres meses estaba a 3,60. Mi madre toma un batido de fruta a media tarde y le ponemos un kiwi y estamos por cambiarle la fruta porque lo de los kiwis no tiene nombre", añade María.
"Antes comíamos pescado fresco en casa todos los fines de semana y ahora una vez por semana, si acaso. Ahora compro congelados, merluza y calamares", señala Noelia.
Juan lleva un par de años viviendo solo y desde que empezaron a subir los precios solo come pescado cuando sale a comer fuera de casa. "Si sumas lo que cuesta el pescado; el aceite, la harina y lo que cuesta hacerlo y limpiar, sale rentable comerlo solo en un restaurante", dice.
En su caso, él no ve una subida especial en un alimento más que en otro. "Todo está caro, en general", añade.
Para Yolanda, lo más caro son los huevos y el aceite. "No recorto en pescado porque es para los niños. He recortado en helados. Se acabó porque los pañales, la leche o cualquier cosa que te diga están por las nubes. La verdura para la papilla está muy cara y tengo que hacer para dos", remarca.
Joaquín también se acaba de independizar y le parece carísimo el precio de la fruta y la verdura en Melilla. "No he recortado en comer fuera porque no salgo a comer fuera. Y este año solo me he comprado ropa una vez", explica en declaraciones a El Faro.
Hoteles y bares, por las nubes
Pero los alimentos y las bebidas no alcohólicas no son lo único que ha subido en el último año. También se ha disparado el precio de hoteles, cafés y restaurantes un 10,3% en el último ejercicio frente al 5,5% en Ceuta. Somos, con diferencia, la ciudad en la que más se han disparado los precios en los bares y restaurantes. Sólo hay que ver, que en Canarias y Castilla y La Mancha, la subida, que es de las más altas de España, se queda en el 8,5%.
En el caso de los precios de hoteles, bares y restaurantes, se da la circunstancia de que es de los pocos incrementos que no remiten pese a que sí se ha notado en Melilla una ligera bajada del 0,7% de abril a mayo en el precio de los alimentos, materia prima básica para la hostelería.
Sin embargo, los precios en el sector hostelero crecieron un 1,1% el mes pasado comparado con el mes anterior; se han incrementado un 4,% en lo que llevamos de año y en los últimos doce meses acumula una subida del 10,3%.
Ha pasado todo lo contrario con vivienda. Si bien el precio de los inmuebles se mantuvo invariable de abril a mayo, vemos que ha descendido un -4,5% en lo que va de año y de un ejercicio a otro la bajada es del -9,8%. La subida de los tipos de interés y la restricción de los créditos, empiezan a notarse en el mercado inmobiliario de la ciudad.
En el sector de la hostelería miran los datos del INE con recelo porque aseguran que aún no han actualizado los precios en concordancia con lo que ha subido la materia prima. Eso sí, no niegan que puede influir que la frontera siga cerrada a la importación de pescado, frutas, verduras y hortalizas y a que el precio de los alimentos se mantenga disparado en la ciudad.
No obstante llaman la atención sobre el hecho de que en la encuesta del INE se meten en el mismo saco los hoteles, los cafés y los restaurantes y por eso creen que basta con que algún hotel suba los precios para que se dispare el precio de todos.
No piensan lo mismo los melillenses que se quejan de facturas desproporcionadas, además con mal servicio, en bares de la Plaza de las Culturas y Puerto Noray.
"El sábado fui a desayunar en uno de los pocos locales abiertos en el centro. Pedí una tostada y media de tomate y me cobraron 2.30 euros. No voy más", asegura Ana en declaraciones a El Faro.
"Antes comíamos por 40-50 euros dos adultos y un niño, con su plato de arroz y sus raciones de pescaíto frito. Ahora por menos de 60 euros no comes bien y, encima, como han cerrado tantos locales si no tienes reserva, no comes en ninguna parte un sábado o un domingo. Y si te tomas más de dos cervezas comiendo, se te dispara la cuenta. El postre ya no lo pedimos en el restaurante porque sale más barato ir a tomar café y un dulce a una cafetería, que pedirlo donde comemos. ¿Qué es eso de un trozo de tarta, 7 euros? Lo de Melilla es de locos", dice Roberto.