La Asamblea de Melilla ha dado luz verde a una modificación del Plan Integrado de Gestión de Residuos de Melilla (Pigremel) para incluir las nuevas directivas europeas en la materia, entre ellas, la instalación de un quinto contenedor para la recogida separada de biorresiduos y materia orgánica.
El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, ha dicho no entender el posicionamiento del PP ni tampoco qué es lo que iba a votar en contra o qué querían dejar sobre la mesa, ya que ha insistido en que estos cambios responden a normativas europeas recientes que no han podido ser implantadas hasta ahora.
Una de ellas, que ha abarcado gran parte del debate, es la instalación del quinto contenedor, sobre el que ha recordado que será obligatorio por ley desde enero de 2023 y dentro de poco saldrá a licitación abierta para su adquisición, para lo que el Ministerio de Transición Ecológica aportará 400.000 euros.
Sin embargo, el PP ha incidido en los problemas que supondrá la instalación de estos 350 nuevos contenedores en la vía pública de Melilla y la mayor contaminación que supondrá su recogida, por lo que ha dejado claro que no se podrán poner “hasta que no haya una planta de biogás” en la ciudad.
De ahí que el PP insistiera en dejar sobre la mesa este asunto, si bien el consejero ha subrayado que una empresa ha pedido a la Ciudad Autónoma que le ceda terrenos porque está dispuesta a invertir 4 millones de euros para instalar una planta de biogás, aprovechando una subvención de casi 900.000 euros del Ministerio para este fin.