Medio centenar de migrantes, la mayoría de ellos, refugiados de Sudán, protestaron este lunes en las afueras del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (CETI) contra la "masacre" que tuvo lugar el viernes pasado en la parte marroquí de la valla cuando cerca de 500 personas intentaron saltar la valla, supuestamente cortando la puerta de la valla de Barrio Chino con una radial, según denunció la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC).
Con pancartas contra Pedro Sánchez, a favor del respeto a los derechos humanos y exigiendo una investigación sobre lo ocurrido a pie de valla el viernes, los migrantes se mostraron muy afectados por la muerte de amigos y compatriotas que, como muchos de ellos, rondan los 20 años de edad.
Los manifestantes dan por hecho que la cifra de muertos en el lado marroquí de la frontera es muy superior a los 23 que reconoce Marruecos o los 37 que calculan las ONGs del país vecino. De hecho, según sus cálculos el número de fallecidos podría rondar los 60.
Muchos de los congregados este lunes en el CETI aseguran haber visto los vídeos que circulan por las redes sociales y publicados por El Faro, sobre el amontonamiento de cadáveres en la valla de Melilla, pero por el lado marroquí de la frontera. Muchos han perdido a amigos, conocidos y compatriotas.
En la concentración, Hussein, un migrante de Sudán, leyó un comunicado en el que lamentaron las "decenas de muertos y cientos de heridos graves y críticos" en la valla. Asimismo, agradecieron a la prensa y a las ONG que hayan dado visibilidad a lo ocurrido en la parte marroquí de la frontera.
"Nosotros, como migrantes y solicitantes de asilo, condenamos y denunciamos lo que han hecho las fuerzas marroquíes utilizando palos, porras, balas de goma y gases lacrimógenos, y atropellando a algunos de ellos con coches de las fuerzas de seguridad", señaló Hussein, el encargado de dar lectura al manifiesto leído en el CETI.
En su opinión, la tragedia es fruto de "los altos niveles de violencia contra los inmigrantes" que han dejado una estela de muertos en la valla.
"Reconocemos que los migrantes también venían cargados con palos y piedras y también usaron la violencia contra los marroquíes. Aún así no es tanto como la fuerza que los marroquíes usaron contra ellos", admitieron en su comunicado.
Según explicó Hussein, esos palos solo los usaron para intimidar a los agentes españoles con la intención de distraerlas y abrir un corredor. En cuanto lo consiguen, sueltan el palo, al cruzar la primera reja porque su objetivo es entrar en España. "No vinieron a lastimar a nadie", dice.
En este sentido, Hussein desmintió que sólo hubieran muerto 18 migrantes y que hubiera habido 75 heridos. "Hablamos con nuestros hermanos que entraron y nos dijeron que el número de muertos es más que eso", añadió.
Trasladados a Jourigba
Uno de esos amigos que estaban entre los migrantes que no tuvieron la suerte de entrar en Melilla fue arrestado y enviado a la ciudad de Khouribga. (Jourigba, al sur de Casablanca, a siete horas de Nador, pasado Beni Melal).
Él buscó en los bolsillos de los que murieron para conseguir su identidad y consiguió los documentos de 18. En esa zona permanecieron tirados en el suelo hasta las cinco de la tarde. Vio heridos que sangraban mucho y se asfixiaban a causa del gas. El número de muertos en ese momento se limitaba a los que estaban en el terreno.
"Sabemos muy bien lo que están haciendo las autoridades marroquíes en cuanto a abusos y violaciones de los derechos humanos. No ofrecen declaraciones correctas a los medios de comunicación e impiden que los periodistas y organizaciones de derechos humanos ingresen a los hospitales para que no puedan descubrir y monitorear la información y los hechos", concluyó.