La Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental considera que el proyecto no producirá “impactos adversos significativos” a la instalación de la tubería.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer la resolución de la Secretaría de Estado de Cambio Climático, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, sobre la evaluación del impacto medioambiental del proyecto para la instalación de los nuevos emisarios submarinos de saneamiento en Melilla. Se trata de una actuación consistente en la instalación de un nuevo emisario que conecte directamente la Estación de Bombeo (EBAR) ubicada en la desembocadura del río de Oro hasta la planta depuradora (EDAR) de Melilla, una tubería de 1.764 metros de longitud.
Concretamente la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental ha dictaminado que el proyecto de licitación de nuevos emisarios submarinos para el saneaminto de la ciudad de Melilla: actuación tubería EBAR-EDAR, “no es previsible que vaya a producir impactos adversos significativos”.
En la memoria del proyecto presentada y evaluada por el Ministerio se especifica que éste consistirá en la instalación del emisario en su parte terrestre a lo largo de la playa de la bahía melillense y en otra parte marítima la instalación de un ‘by–pass’ de aliviadero para la Estación de Bombeo.
La tubería, que discurrirá por la playa del Hipódromo hasta llegar a la planta depuradora, irá enterrada como mínimo a un metro de profundidad, tal y como se recoge en el BOE.
Así, en el espacio en el que está prevista esta actuación, el Ministerio considera que no atraviesa ninguna zona de la Red Natura 2000 ni hábitats de interés comunitario, por lo que, el potencial impacto será el derivado de la propia instalación de la tubería: tránsito de maquinaria, movimiento de tierras que generarán residuos sólidos, polvo, partículas y ruido, según el BOE.
Así también este informe de impacto ambiental exige el compromiso del promotor o la empresa adjudicataria de, al término de la obra, “retrirar todos los escombros, resudos, materiales sobrantes y demás restos” al igual que “restituir los posibles daños que se puedan generar en el dominio público marítimo–terrestre”.
Evitar los vertidos
En el BOE se recuerda además que este proyecto ya se envió para su análisis al Ministerio de Medio Ambiente en junio del año 2007, pero cabe recordar que, justamente el pasado mes de junio se produjo una fuga de aguas negras en la desembocadura del río de Oro que obligó a la Ciudad Autónoma a prohibir el baño en San Lorenzo y Cárabos durante unos días. Desde la Ciudad insistieron en que el actual emisario submarino tenía cierta antigüedad por lo que volvieron a reclamar al Ministerio la instalación de uno nuevo, que es el proyecto que ahora ha sido evaluado y publicado en el BOE para que continúe su proceso de licitación.