LAS administraciones han puesto en marcha las medidas que deben cumplirse en ese objetivo común de terminar con el virus que afecta a Melilla. La más importante pasa por el cierre perimetral de la ciudad. La Ciudad ha pedido a los melillenses concienciación y colaboración para conseguir que los contagios vayan bajando, pero ese mensaje no cala si el propio ciudadano no da un paso para ser menos egoísta y pensar en los demás.
Es una actitud nuestra, responsable, la que debe servir para que la situación se reconduzca. Sin ella, todo va al garete. Melilla volvió a registrar ayer otro fallecimiento por Covid y los casos de contagios siguen aumentando sin que parezca que haya una posibilidad de frenar tan temida escalada.
Si a partir de ahora la responsabilidad no aumenta al nivel que se requiere, Melilla pasará a sufrir aún más, y ya somos el territorio con mayores tasas de contagio y muy cerca del colapso del sistema sanitario.
Está en nuestras manos, de hecho solucionar este problema no se consigue si seguimos creyendo que esto es una broma, si seguimos sin concebir que no se puede salir como antes. Hay que restringir lo que nos hace enfrentarnos a mayores riesgos. La ciudad vive una situación diferente y anómala pero a la que debemos saber adaptarnos.