EL Hotel Nacional de Melilla tiene previsto meterse en obras para ampliar su número de habitaciones de las 25 actuales a 39 futuras.
Lo hará, según explicó a El Faro el empresario Elías Chocrón, porque en los últimos tiempos está aumentando la llegada de visitantes a la ciudad y la oferta hotelera en Melilla es limitada.
Ningún emprendedor se mete a ampliar el negocio si no ve que puede recuperar la inversión. “Es hora de crecer”, ha dicho Chocrón y se ha puesto manos a la obra.
También va por buen puerto el proyecto de hacer en el plazo de dos años un hotel de cuatro estrellas en el Cargadero del Mineral, con una inversión que rondará los 2,5 millones y que hará realidad una idea, como mínimo, atractiva para el turista: todas las habitaciones tendrán vistas al puerto deportivo.
Ahora, de momento, el Patronato de Turismo está ultimando un informe necesario para que la Autoridad Portuaria dé el visto bueno al nuevo establecimiento.
La ciudad está creciendo y los empresarios lo ven venir. Sin ir más lejos, en el primer trimestre de este año la ocupación hotelera creció un 3% en Melilla y ya no es porque los hoteles están llenos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad desplazadas para cubrir los saltos a la valla. Eventos como La Africana o la Copa Europea de Triatlón demuestran que nuestro poder de convocatoria tiene su público.
Éste es un año especial porque Melilla es Ciudad Europea del Deporte. Pero podríamos tener tiempos mejores a la vuelta de la esquina siempre que nuestros jugadores de baloncesto lo den todo y subamos con muchísimo esfuerzo a la ACB. No puede ser descabellado soñar con que el Barça, el Madrid, el Baskonia o el Unicaja jugarán en Melilla y los seguidores de estos equipos, ya se sabe, viajan, gastan y duermen en las ciudades que visitan sus jugadores. Esa gran oportunidad hay que aprovecharla. Y, por qué no, pensar en ella.
Estamos en un enclave privilegiado en el norte de África, pero no han sido nuestras costas, ni nuestras playas, ni nuestros acantilados, ni nuestra gastronomía ni ninguno de nuestros encantos los que han servido de efecto llamada. Ha sido la gestión deportiva lo que nos ha colocado en el mapa. Y ahora que empezamos, que hemos cogido carrerilla, no podemos parar. No hacemos nada con traer turistas si no hay hoteles. Que nadie se quede con las ganas.