El teniente coronel jefe de la Guardia Civil en Melilla subraya la labor de este Cuerpo en esta materia, que ha supuesto un aumento respecto al mismo período del año anterior de 3.000 kilos. Además, en el día de su Patrona, pidió perdón por sus errores y un destacamento para el aeropuerto. Durante la celebración oficial de la festividad del Pilar, la patrona de la Guardia Civil, el máximo responsable de la Benemérita en Melilla, el teniente coronel jefe, Ambrosio Martín, destacó el trabajo que en materia de tráfico de droga ha desempeñado el Cuerpo durante los últimos doce meses, es decir, desde octubre del año pasado a éste. Así, dijo que se había producido un incremento en la incautación, pues frente a las siete toneladas del ejercicio anterior, en éste se había alcanzado la cifra de diez. Un logro que, como puso de manifiesto, se debe a la “ardua labor de análisis e investigación y a un gran trabajo operativo”, llevado a cabo por todos los agentes que prestan su servicio en la ciudad.
En esta jornada de festividad de la Patrona de la Guardia Civil, que en Melilla se celebró ayer, Martín dio la bienvenida a todos cuantos acudieron a la Casa Cuartel del Instituto Armado y se congratuló por haber alcanzado los objetivos marcados, que según dijo, han sido posibles “con la voluntad de salir adelante, porque nos enseñaron que la Guardia Civil no se rinde”, matizó.
También subrayó el máximo responsable del Cuerpo en Melilla el trabajo que se había desarrollado en materia de inmigración ilegal, una cuestión que calificó como el “azote de la humanidad, que no se arreglará solo con medidas policiales”, por lo que hizo un llamamiento a los países del primer mundo para que “dejen de mirarse el ombligo y combatan a un tiempo la crisis y la desigualdad”.
Remarcó que en esta materia el crimen organizado, “verdaderas mafias”, estaba cogiendo cada vez más protagonismo y que pese a que los datos de estos últimos doce meses eran “ligeramente superiores” a los anteriores, había que seguir trabajando y en la misma línea que hasta ahora se había hecho. Es decir, con la colaboración de todos los estamentos implicados en la materia, incluido Marruecos, pues como recordó, el país vecino “también soporta este fenómeno y nos consta que las fuerzas de seguridad vecinas hacen un gran y permanente esfuerzo”.
En este sentido indicó que así lo había hecho constar a cuantas instituciones europeas se habían trasladado hasta Melilla para conocer ‘in situ’ la situación de la inmigración en nuestra ciudad.
Agradeció en este punto el “balón de oxígeno” que había supuesto el material dotado por Frontex a la Comandancia de Melilla –nuevos vehículos y motocicletas, entre otros–.
En este punto de su discurso destacó los valores que definen al Cuerpo, que desde su punto de vista son “ser prudentes sin debilidad” y dijo sentirse orgulloso de “pertenecer a un equipo de la categoría humana y profesional que cada día demuestran los guardias civiles de esta Comandancia”.
Así dijo que, “al margen de que sea nuestro deber, hay algo más, el modo como se lleva a cabo, cada día, cada noche, con calor, con frío, en la frontera tierra o en el mar, demostrando ser mucho más que buenos profesionales”.
También tuvo palabras de agradecimiento a las instituciones de Melilla que han colaborado y apoyado al Cuerpo, destacando en este punto a todas cuanto de una manera u otra le habían distinguido y, por último, tuvo palabras de recuerdo para aquellos agentes que recientemente habían fallecido.
En el capítulo de peticiones, el teniente coronel jefe de la Guardia Civil de Melilla realizó dos. Por un lado un destacamento propio en el aeropuerto de Melilla, “con el que soñamos”; y por otro, “pedir perdón por los fallos cometidos”.