El Gobierno de Marruecos lanza este lunes la Operación Marhaba (bienvenidos, conocida en España como Operación Paso del Estrecho) que se prolongará hasta el 15 de septiembre y en la que se espera que más de dos millones de emigrantes marroquíes residentes en el extranjero vuelvan a su país de origen para pasar las vacaciones de verano.
Tradicionalmente la OPE empieza en España el 15 de junio, pero el país vecino ha adelantado este año la puesta en marcha de un dispositivo creado para dar soporte al mayor movimiento de personas en Europa, durante los meses de verano.
La Fundación Mohamed V para la Solidaridad, uno de los organizadores de este mecanismo, indicó en un comunicado recogido por la agencia oficial MAP haber activado un dispositivo de acogida en Marruecos, España, Francia e Italia compuesto por 24 espacios de asistencia y acompañamiento de los emigrantes marroquíes durante los tres meses y medio que dura la operación en su fase de ida y de vuelta.
Dieciocho sitios de acogida se encuentran operativos en Marruecos en los puertos de Tánger Med, Tánger ciudad, Alhucemas, Nador, aeropuertos de Casablanca, Rabat, Oujda, Nador, Agadir, Fez, Marrakech y Tánger, así como en las áreas de descanso mediterráneos de Jebha, Tazaghine y Smir M'diq, y en los puestos fronterizos con las ciudades españolas norteafricanas de Ceuta y Melilla.
La misma fuente indicó que en el extranjero la fundación activó seis espacios de acogida en los puertos de Motril, Almería y Algeciras en España, de Génova en Italia, en Sète y de Marsella en Francia.
Cerca de 1.400 personas (asistentes sociales, médicos y voluntarios entre otros) fueron movilizados para atender a la comunidad marroquí.
Desde el pasado mes de abril las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta comenzaron a preparar los dispositivos para la llegada de los emigrantes magrebíes que participarán este año en la Operación Paso del Estrecho (OPE).
Melilla y Ceuta como frontera sur de Europa, recepcionan a miles de estos viajeros dentro del operativo que se pone en marcha el 15 de junio y que finaliza el 15 de septiembre y que supone el tránsito de miles de ciudadanos magrebíes que trabajan en Europa y que pasan sus vacaciones en el Magreb.
Por muy francés, holandés o belga que sea el pasaporte que traen, una vez en Marruecos son marroquíes. Su rey no les da otra opción. En Europa van con la cabeza alta, en Marruecos la agachan. Y siempre será así.