Hay veces en que solo se les pide algo de sentido común a los políticos y ni eso son capaces de poner en marcha ante situaciones complicadas como las que protagonizaron el pasado viernes una treintena de menores acogidos en La Purísima. Según denuncian organizaciones sindicales como CSIF, estos jóvenes no tuvieron suficiente con recibir ropas nuevas con motivo de la Pascua del Ramadán y pidieron que se les entregara a cada uno 10 euros en metálico, a lo que los responsables del centro se negaron. Como protesta, los jóvenes se amotinaron en las instalaciones, encerraron al director y agredieron al personal arrojándoles todo tipo de cosas que encontraban a mano.
La situación llegó a tales extremos que fue necesaria la intervención de la Guardia Civil para que estos menores acogidos depusieran su actitud. Por ahora no hay constancia de que alguno fuera detenido o llevado a la Fiscalía para que respondan por el altercado que protagonizaron. Si la cosa hasta ahí es todo un despropósito, lo peor de todo es que, después de todo el guirigay que montaron los niños, a la Consejería de Política Social y Salud Pública que dirige Randa Mohamed no se le ocurrió mejor idea que ceder a la exigencia de los amotinados, una vez ya apaciguados, y darles los 10 euros.
Por muy difícil que resulte entender esa decisión, así ocurrió, tal y como ha criticado duramente CSIF, organización que asegura que se cedió al chantaje de estos menores aún en contra del criterio del equipo directivo, cuya desautorización resulta más que evidente. Sería interesante que Randa Mohamed explicara a los melillenses con qué cara estos trabajadores podrán a partir de ahora manejar situaciones como la vivida el pasado viernes sabiendo que no cuentan con el respaldo de quienes debían defender la decisión que adoptaron en su momento.
Resulta realmente complicado comprender cómo es posible que la Consejería haya actuado de semejante manera. Es de una irresponsabilidad absoluta que los menores hayan entendido el mensaje de que pueden conseguir lo que quieran siempre que se muestren agresivos, se amotinen y acorralen a quienes se encargan de su cuidado diario. Es de una urgencia total que Randa Mohamed salga hoy mismo a explicar si es verdad lo que denuncia CSIF, quién tomó la decisión de darles el dinero y, por supuesto, sancionar a quien haya actuado con tan condenable frivolidad.