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En el encuentro se invitó a los asistentes a reflexionar sobre el drama de los refugiados
Melilla se sumó ayer a la iniciativa Círculo de Silencio, un movimiento que ya se está llevando a cabo en numerosas provincias españolas para invitar a la reflexión sobre la acogida de las personas obligadas a migrar. Cáritas Melilla adoptó este gesto para que, según la presidenta esta entidad, Pilar Illázquez, el drama de los refugiados no caiga en el olvido. El acto tuvo lugar en la parroquia del Sagrado Corazón y reunió a numerosos melillenses. Al inicio del encuentro se explicó a los asistentes que los Círculos de Silencio comenzaron a realizarse hace más de nueve años en Toulouse (Francia). Además, se indicó que “el silencio quiere ser un medio de acción al alcance de todos y que apela a la conciencia de todos los ciudadanos”. Tras esta explicación, se dio paso a 15 minutos de silencio. Después de una primera reflexión, se continuó con una lectura: “Hoy en día las migraciones son uno de los grandes desafíos de las sociedades desarrolladas. Pone a prueba los valores de libertad, igualdad y fraternidad que fundamentan los derechos humanos”, apuntaron desde Cáritas. También explicaron que las personas refugiadas son una oportunidad para contribuir a la construcción de una “sociedad más justa, un país más solidario y un mundo más fraterno”. “Son hermanos y hermanas que deben ser acogidos, respetados y amados”, manifestaron. Tras estas palabras, los asistentes reflexionaron durante 15 minutos más.
No violencia
El Círculo de Silencio está inspirado en la “no violencia” y busca promover la solidaridad con los inmigrantes. Illázquez explicó que el objetivo de esta iniciativa no es promover una acción concreta, sino que cada persona a raíz de esta reflexión, se anime actuar en su propio ámbito. El próximo Círculo tendrá lugar el 21 de diciembre.