Los trabajadores pasan horas en el interior de las casetas, pero a pesar de ello encuentran momentos para disfrutar de la fiesta l Pinchitos, flamenquines o tortilla son algunos de los platos estrella de la semana.
Cientos de melillenses pasarán por el recinto ferial a lo largo de la semana para disfrutar de la fiesta, comer y cenar con familiares y amigos y bailar. Mientras tanto, en el interior de las casetas, decenas de personas, unos voluntarios y otros trabajadores, se afanan para que todo esté listo. ¿Qué se cuece en los fogones de la Feria?
Tortilla de patatas, pinchitos, flamenquines, paella o migas son algunos de los platos estrella que se podrán degustar estos días en las casetas de la ciudad. Los cocineros tienen poco tiempo para descansar, pero a pesar de las largas jornadas de trabajo y del cansancio siempre sacan hueco para marcarse un baile y echarse unas risas. Aunque parezca difícil, en la parte de atrás del ferial, la gente también disfruta, aunque de otra manera.
Para Sandra es su segundo año detrás de la barra de la caseta de la Peña Bética. Reconoce que el trabajo es duro, pero asegura que a pesar de ello encuentra momentos para disfrutar de la fiesta, sobre todo con sus hijos. “Yo salgo con la ilusión de sacar a mi hija a la Feria, aunque sea después de trabajar”.
Bailes entre los fogones
Bernardo es el encargado de cocina en otra de las casetas de las 22 que hay en el recito ferial de Melilla. Explica que diariamente se prepara la comida para que todo esté fresco. Flamenquines y pinchitos son algunos de los platos estrella. A partir de las ocho de la tarde se inician los preparativos, aunque reconoce que ayer con las altas temperaturas la gente se animó menos que otros días a acercarse al Real. Reconoce que las fiestas no se disfrutan igual, pero asegura que se busca el momento para marcarse algún baile al ritmo de la música que resuena entre la lona y los farolillos.
En la caseta del Costalero, Ana lleva cinco años trabajando en la cocina. Señala que hay mucho trabajo y que su principal objetivo es contentar a todo el mundo. Ella, al igual que el resto de personas que están en la caseta, son miembros de la Cofradía del Cautivo y realizan esta labor de forma voluntaria. Ana reconoce que dedican muchas horas a esta labor durante las fiestas, pero asegura que eso no impide que tengan momentos divertidos. “Aquí de vez en cuando también formamos nuestros jaleíllos, nuestras fotos y nuestros bailes. Todo lo que se puede mientras el trabajo lo permita”, indica.
En la misma caseta, Mohamed se encarga de cortar el jamón. Decenas de platos todos los días para que los que acudan a la caseta puedan degustarlo. A pesar de las horas de dedicación a esta labor, prefiere no quejarse. Para él es su primer año en las fiestas.
En la caseta de la Casa de Ceuta, Manoli lleva trabajando en la Feria desde los tiempos en los que se encontraba en el Parque Hernández. Una semana dura, con mucho calor, pero con ánimo. Asegura que cuando “la bulla” se acaba, aprovechan para bailar.
Decenas de recetas
Lupe y Ana son dos de las cocineras de la caseta del Bar Aragón. Ana señala que aunque el trabajo es duro, también es agradable porque el ambiente es familiar. Las dos mujeres, junto con otros trabajadores, preparan decenas de platos. La fuente serrana o la tortilla de patatas son algunos de los platos más elegidos por los consumidores.
Aunque la labor es dura, aseguran que se llega con ganas a la Feria y que hay tiempo para pasar buenos ratos.
Son sólo algunas de las decenas de personas que durante esta semana se encargarán de que todo esté a punto para disfrutar de unas fiestas que cada uno vive a su manera.