La Escuela de la Fundación hispano-árabe de la dieta mediterránea incluye este pequeño seminario entre la formación de todos los estudiantes de este curso.
Los alumnos de la Escuela de Hostelería de la Fundación hispano-marroquí de la dieta mediterránea realizaron ayer el ya tradicional curso de cata de vinos incluido entre los modulos formativos que se imparten a cada promoción en este centro.
Así, a pesar de que el curso fue de tan sólo un día de duración, contó con dos especialistas en esta materia, por un lado el enólogo Francisco Martínez y por otro el gerente de la empresa García Campoy, José Estébanez, pues fue esta sociedad la que suministró los caldos con los que hicieron las pruebas todos los alumnos.
En este sentido, el director de la Escuela de Hostelería, Esteban Barajas, comentó a El Faro que en total el curso fue realizado por 28 alumnos, los catroce de sala y los de cocina, pues en su opinión era importante que todos tuvieran alguna noción de cata de vinos.
Junto a ello, explicó que la cata es una materia complementaria dentro del curso anual que se lleva a cabo en la Escuela de Hostelería y adjuntó que en esta ocasión se ha contado con vinos de Aragón, en concreto de la zona de Cariñena, poco conocidos en Melilla pero también de buena calidad, según señaló.
Así, comentó que tradicionalmente se utilizaban Riojas y Riberas del Duero, aunque en esta ocasión se ha optado por el Cariñena, pues García Campoy lo está introduciendo en la ciudad.
Barajas recordó que era importante dar a conocer estos nuevos vinos, pues ello repercutiría en la mejora de la gastronomía local, de bastante calidad en estos momentos.
Junto a ello, matizó que los tres pasos más importantes que aprendían los alumnos era la fase visual del vino, la olfativa y por último la gustativa, aunque matizó que ésta última se la dispensaba a los alumnos de religión islámica siempre que ellos quisieran, en la medida en que no podían tomar alcohol.
Finalmente comentó que aunque el curso de cata de vinos duró tan sólo una jornada, en el marco de los estudios en la Escuela se impartía un módulo de 90 horas dedicado sólo a la enología, con lo cual la formación era mucho más amplia en éste importante ámbito.