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Los acusados son dos jóvenes melillenses hallados por la Policía dentro del inmueble, en la Avenida Juan Carlos I
Dos jóvenes melillenses se enfrentan a una pena de dos años de prisión tras haber sido acusados de acceder a un edificio de la Avenida Juan Carlos I y forzar la cerradura de la puerta que da a la terraza.
El suceso ocurrió sobre las 1:00 horas de la madrugada del 14 de enero del año pasado. Los dos jóvenes prestaron declaración ante la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla y negaron haber forzado la puerta.
El primero en declarar, de iniciales H. M., declaró, a preguntas del Ministerio Fiscal, que la noche de los hechos él y su compañero iban caminando “Avenida para abajo”. “Vimos a uno que nos debía un dinerito y se escondió en un portal”. El acusado afirmó que poco después “llegó la Policía”.
Cerradura forzada
La fiscal le preguntó si él y el otro inculpado forzaron una cerradura dentro del inmueble y si llevaban una bolsa de herramientas. En ambos casos, H. M. replicó con la misma palabra: “negativo”.
Después, este investigado respondió a las preguntas de su abogado, negando que llevaran una bolsa de herramientas la noche de los hechos. Asimismo, indicó: “Sólo llamamos un par de veces a timbres para ver si nos abrían”.
El otro acusado, C. A. B., confirmó la versión de su compañero y añadió que no llegaron a subir al ático, donde estaba forzada la puerta. Asimismo, aseguró que “la bolsa con herramientas la trajo la Policía. Nosotros no la teníamos”.
Testigos de la Policía
A continuación, declararon los agentes de Policía que detuvieron a los dos jóvenes. El primero en testificar recordó que un vecino llamó al 091 avisando de que “oyó ruidos en el portal”.
El policía manifestó que quien efectuó la llamada declaró que “a las 23:30 horas alguien había llamado a su telefonillo y no obtuvo respuesta”.
“Llegamos y nos encontramos a dos individuos nerviosos y contradiciéndose en sus declaraciones, agregó este efectivo, quien aclaró que se los toparon cuando éstos estaban “bajando” las escaleras.
Como medida de seguridad, este agente quedó con los dos detenidos en las escaleras mientras su compañero subía al ático y se encontraba “forzada” la puerta de acceso a la terraza. Al bajar este agente, volvió con una bolsa “con utensilios”.
El segundo policía confirmó que subió y, aparte de la cerradura forzada, encontró “una bolsa con herramientas” en la que había “un taladro cilíndrico manual”, así como “tornillos” y “guantes”.
Declara un vecino
El vecino que llamó al 091 evocó que alguien había estado llamando a su piso y a otros en el telefonillo de abajo. “Ante la insistencia, respondí una vez y no me contestaron. A las doce y media volvieron a llamar y me asusté”. Quince minutos más tarde, según su versión, llamaron al timbre de su piso. “Después, oí ruido en la puerta que da acceso a la terraza comunitaria (que está junto a la puerta de su domicilio) y llamé a la Policía”.
Este testigo, que declaró en juicio tras un biombo, apuntó que el día de los hechos no pudo ver a los acusados porque al mirar por la mirilla “estaba todo oscuro”.
La fiscal considera acreditado que los acusados forzaron la puerta, por lo que reclama para cada uno de ellos dos años de cárcel por robo en grado de tentativa. En cambio, el letrado de la defensa pidió la libre absolución al estimar que no hay pruebas contra sus clientes.