A lo largo de las últimas décadas, la tecnología ha dado grandes avances. entre ellos, sin duda está el de permitir que las personas con una discapacidad tengan un mayor acceso a los servicios que precisan.
Uno de los mayores beneficios de las nuevas tecnologías para personas con discapacidad visual, auditiva, motora o cognitiva es el diseño más accesible de las webs o aplicaciones que requieren.
Un ejemplo de muchos pueden ser los métodos que permiten a las personas con una disminución visual poder navegar en la red mediante lectores de pantalla o el aumento del tamaño del texto con el fin de facilitar la lectura. Otro beneficio puede ser la capacidad para mejorar la accesibilidad de los espacios públicos y privados.
Medios de transporte, instalaciones y otros espacios pueden estar diseñados de forma que se facilite el acceso y la movilidad a las personas con discapacidad. Por ejemplo, los equipamientos como ascensores y rampas o los sistemas de iluminación y señalización para facilitar la orientación de las personas.
No son sólo las webs o los programas, sino que los propios dispositivos pueden estar diseñados para aumentar la facilidad de su uso como a través de interfaces intuitivas o la integración de control por voz.
Por otro lado, en el caso de la atención sanitaria, las nuevas tecnologías pueden suponer otro aliado para estos pacientes. Un ejemplo palpable es la telemedicina, la cual permite las consultas médicas a distancia; una gran ayuda para los pacientes con dificultades de movilidad a la hora de acudir a consulta.
En definitiva, las nuevas tecnologías pueden presentar innumerables beneficios para las personas con discapacidad que repercutan en su calidad de vida. Por ello, se debe avanzar en el desarrollo de dichas tecnologías con la mirada puesta en reducir o incluso eliminar las barreras a las personas con discapacidad.