La situación en lo que concierne al Sáhara Occidental puede dar un giro más con la vuelta a la presidencia de los Estados Unidos de Donald Trump. Hay que recordar que el mandatario del país norteamericano fue, en diciembre de 2020, el primer líder democrático que reconoció la soberanía marroquí sobre este territorio.
Tal como explica el periodista Ignacio Cembrero, España teme, tras la victoria de Trump y el espaldarazo del presidente francés, Emmanuel Macron, que la diplomacia marroquí vuelva a envalentonarse frente a la antigua potencia colonial, cuyos gestos revisten especial importancia en este contexto.
Por ahora, los Estados Unidos y Francia han llegado más lejos que España. Como matiza Cembrero, reconocer la soberanía, como han hecho ambos, “es ir más allá de apoyar el plan de autonomía” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en 2022. “Es decir sin rodeos que ese territorio, el Sáhara, pertenece a Marruecos”, apunta el reputado periodista.
El nuevo panorama podría hacer que Rabat, que ya anunció que no permitirá un referendum en el Sahara Occidental, se lance a pedir al Gobierno que le transfiera el control del espacio aéreo de la zona, que desde 1975 se lleva a cabo desde Las Palmas. Y lo siguiente sería que el monarca Mohamed VI le reclamara a Sánchez que haga como sus colegas y admita directamente la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española.
Retomar lo pendiente
La relación entre los Estados Unidos y Marruecos son óptimas, sobre todo desde que este se incorporó a los Acuerdos de Abraham, gracias a los cuales varios países musulmanes normalizaron sus relaciones con Israel, a cambio del reconocimiento del Sáhara como territorio marroquí, algo que Trump hizo sin dudar.
Después del receso de estos últimos cuatro años con Joe Biden al frente del Gobierno estadounidense, Mohamed VI envió el miércoles un telegrama a Trump para felicitarlo por su victoria electoral. El rey marroquí aprovechó para señalar que espera “una cooperación aún mayor y una asociación estratégica más amplia”.
Como apunta Cembrero, lo primero sería llevar a cabo las tareas que Trump dejó pendientes a Biden y que éste no cumplió. Una de ellas se referiría a que las maniobras militares African Lyon, que realizan de forma conjunta los ejércitos marroquí y estadounidense, lleguen al Sáhara Occidental. La otra sería la apertura de un consulado de los Estados Unidos en Dajila (antigua Villa Cisneros).
La incógnita de Argelia
En su análisis, el periodista se pregunta qué va a pasar con el Frente Polisario, que actualmente plantea una guerra de muy baja intensidad contra Marruecos desde la franja oriental del Sáhara Occidental, una quinta parte del territorio, que es la que controla. La duda que surge, pues, es si habrá llegado el momento de que el Ejército marroquí quiera apoderarse de todo el territorio y cómo reaccionaría en ese caso Argelia, que es el gran valedor de la guerrilla saharaui. Sin embargo, Cembrero considera "muy improbable" la invasión del este del Sáhara por parte de Marruecos.