La subida del alquiler de vivienda se mantiene estable en Melilla a nivel general, y sobre todo con respecto al verano anterior. No ha habido un incremento excesivo del alquiler, además de que los alquileres de los locales han descendido debido al cierre de bastantes establecimientos.
Las normas que suelen seguir las inmobiliarias en Melilla son bastante equilibradas y varía muy poco de unas a otras. Lo normal es subir el IPC anual. Los caseros o arrendadores tampoco se quieren meter en muchas complicaciones. Esta norma es la que asienten a modo de partida por parte de casi todos los arrendadores y arrendatarios, sobre todo cuando el contrato es prorrogable y el inquilino está contento con su vivienda.
También existen contratos en Melilla que al principio se hacen por un año y después el inquilino prefiere quedarse bastante más años en la ciudad. Esta modalidad de subida del alquiler es bastante usual, pues como no se sabe realmente el tiempo que este se va a quedar con la vivienda, lo que se hace es subir cada tres años, más o menos desde 50 a ochenta euros trimestrales y el dueño de la vivienda tiene su ganancia asegurada dependiendo del precio del alquiler de la misma.
A pesar de que el alquiler en Melilla es costoso de por sí, ya que su falta de suelo y la densidad de la población así lo requiere, máxime cuando muchos de los residentes vienen a Melilla un tiempo a coger prácticas, a ahorrar porque se gana algo más y se pueden pagar unas deudas contraídas en la Península, por lo general el precio del alquiler es bastante asequible si se compara con ciudades de cien mil habitantes en suelo peninsular.
Lo que sí se puede indicar es que alquilar en Melilla es por el momento una garantía de que no se le estafa al inquilino, alquilando a un precio y al año siguiente en la prórroga de contrato se le sube casi el doble como sucede en muchas partes de España, sobre todo en ciudades que exceden de los cincuenta mil habitantes.
Las gestorías melillenses se han ganado su seriedad muy a pulso a lo largo de muchos años de trabajo y profesionalidad.
Por este motivo, lo que se acuerda con el gestor, es realmente lo que se sigue realizando durante el tiempo que se utilice la casa en usufructo. Y esto es así desde la vivienda de alquiler como del local.
Para adquirir un local, se puede hacer mediante alquiler. A esta gestión inmobiliaria se le llama Leasing Inmobiliario.
Los comerciantes que quieran adquirir un local y no tengan fondos para ello, pueden gestionarlo mediante su banco y pagarán un alquiler a modo de cuota que se le irá descontando del precio inicial del inmueble, por lo que al cabo de unos diez años o lo que se haya convenido desde un principio el comprador podrá pagar sólo la parte residual que le queda del precio inicial. O bien seguir pagando alquiler hasta que termine de completar el pago. Esto es legal por el momento en España y en Melilla, ya que las entidades bancarias también lo ofrecen en esta ciudad.
Por otra parte, está el alquiler con derecho a compra, que se trata, previo acuerdo con el vendedor de la vivienda de alquilar la vivienda por una cantidad de precio comprendida en la cual el inquilino pueda pagar la entrada de la casa o el precio que el banco no paga en asunto del préstamo…Los bancos suelen pagar el ochenta por ciento del montante presupuestario que el comprador necesita para adquirir la vivienda.
Así que el veinte por ciento del precio de la vivienda la paga el comprador en calidad de inquilino, y suele ser el aporte de este veinte por ciento de la entrada o señal de la vivienda de un alquiler de tres a siete años, siendo cinco años el espacio de tiempo preferido por los españoles en este sentido de ‘Alquiler con derecho a compra’. Es una forma fácil de pagar y bastante usada fuera de Melilla, ya que el mismo banco es quien la gestiona entre el comprador y el vendedor.
El alquiler es algo necesario y muy común en Melilla. En esta ciudad lo es por necesidad. Si hablamos con muchos ciudadanos melillenses, el problema de adquirir inmuebles en la ciudad africana es que muchas personas no están seguras de cual puede ser el futuro de la ciudad como tal y prefieren no invertir aquí de una forma tan definitiva, por miedo a perderlo todo. Melilla es una ciudad donde se alquila, se ahorra y se compra en otra ciudad de España.
Una ciudad subvencionada en la que muy pocas personas creen, tal y como dicen muchos comerciantes pertenezcan a la zona que pertenezcan, por lo que la vivienda eventual es algo que se mima bastante y mantiene desde hace muchos años unas raíces muy sólidas.