Melilla vivirá un año más la fiesta del Aid el Kebir o Aid al Adha -como se la denomina según se la mencione en Tamazight o en Árabe- con un carácter propio y singular, por varios motivos. El primero es que, a diferencia de Ceuta, los 6.000 corderos que prácticamente se sacrificarán en nuestra ciudad el próximo lunes no llegarán de granjas peninsulares sino de Marruecos.
Por nuestra frontera se permite lo que se prohíbe a través de la de Ceuta, posiblemente porque allí, a diferencia de nuestro caso, no cuenten con una aduana reconocida como tal por el vecino país. Posiblemente también, porque traer 6.000 borregos desde la Península sea mucho más costoso y difícil que llevarlos desde el resto del territorio nacional hasta Ceuta.
Dicho lo anterior, la singularidad del Aid el kebir en Melilla se nota igualmente en otras cuestiones, como es la reticencia aún de la mayoría de los musulmanes melillenses a realizar el sacrificio del borrego en el matadero público. Afortunadamente, cada vez son más los que acuden a unas instalaciones dotadas de infraestructura adecuada para ello, pero aún son pocos en el conjunto de los que prefieren hacerlo en sus particulares domicilios. De tal forma, el Aid el Kebir conserva en Melilla unas características únicas que lo singularizan pero que a su vez exigen de una puesta al día en pro de una mayor higiene y garantías para el conjunto de los melillenses. Trabajar poco a poco para conseguirlo es labor de los poderes públicos pero también de las asociaciones religiosas representativas de los musulmanes.