La Policía Nacional evitó hace unos días que un individuo se autolesionara o lesionara a otras personas gracias al uso por vez primera en Melilla de un inmovilizador eléctrico, más conocido como Taser. Los hechos sucedieron a las 12:15 horas del pasado lunes 18 cuando agentes del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) de la Jefatura Superior de Policía de Melilla fueron comisionados por la Sala 091 para que se dirigieran a la barriada conocida como Cabrerizas Bajas.
Allí y en plena vía pública, según los datos que obraban en poder de la Sala 091, se encontraba una persona muy alterada que con un cuchillo en la mano que amenazaba con quitarse la vida. Al llegar la dotación policial confirman la veracidad de la información y tratan de calmarlo, retirando a todas las personas que se encontraban cerca. Sin embargo, esta persona estaba fuera de sí, esgrimiendo un cuchillo tipo serrucho de más de 20 cm de hoja con el que comenzó a hacerse cortes en brazos y hombros, ocasionándose a sí mismo heridas sangrantes y amenazando con cortarse el cuello si los agentes actuantes se acercaban.
La intensidad y peligrosidad de la situación, lejos de ir a menos, iba a más ya que esta persona no desistía de sus intenciones. Por esta razón, los agentes actuantes, tras haber agotado todas las vías de diálogo y mediación posibles, y advirtiendo de manera clara a esta persona de que se iba a hacer uso del dispositivo eléctrico si continuaba con su actitud agresiva, iniciaron el protocolo para el uso del recientemente incorporado inmovilizador eléctrico. El Taser evitó la utilización de otros métodos de reducción potencialmente más lesivos, facilitando sobremanera la retirada del arma blanca que portaba y su reducción para ser inmediatamente asistido por los medios sanitarios que ya se encontraban en lugar.
Esta persona fue trasladada por la ambulancia al servicio de urgencias del Hospital Comarcal donde le trataron de sus heridas autoinfligidas de carácter leve.
El inmovilizador eléctrico es un dispositivo con formato de pistola de uso policial eminentemente disuasorio, de transmisión de impulsos eléctricos que afectan al funcionamiento de las capacidades motoras del organismo, enviando impulsos eléctricos de alto voltaje, bajo amperaje y corta duración que interfieren en las señales que envía el cerebro a los músculos, de manera que incapacita temporalmente el sistema nervioso sensorial y motor.
El inmovilizador eléctrico ha sido adoptado como instrumento idóneo para el cumplimiento de la función policial como arma de uso de la Policía, cuya utilización estará reservada al personal expresamente habilitado de la Policía Nacional quienes deberán superar un período de formación específico teórico-práctico.