La Copa Federación de fútbol sala en categoría aficionado femenino llegó a su desenlace con una edición marcada por la igualdad y la emoción hasta el último segundo. La Peña Real Madrid se proclamó campeona en una recta final vibrante en la que cualquier error podía costar el título. Lo logró gracias a un agónico gol en los instantes finales del último partido, que le permitió superar por golaverage particular al Torreblanca CF, con quien empató a puntos tras las dos vueltas de competición.
El torneo se desarrolló entre cuatro equipos, en una competición que se caracterizó por su alto nivel competitivo y la incertidumbre en la clasificación. Desde el inicio, la igualdad entre la Peña Real Madrid y el Torreblanca CF fue la tónica dominante. Ambos conjuntos mostraron regularidad y protagonizaron los enfrentamientos más determinantes del campeonato. Precisamente fueron esos duelos directos los que acabaron decidiendo el título.
En su primer enfrentamiento, el Torreblanca CF se impuso por 5-3, mientras que en el segundo la Peña Real Madrid venció por un contundente 3-0. Esa diferencia de un solo gol en el global de sus partidos fue suficiente para que el equipo blanco se alzara con el campeonato. De no haber existido esta mínima ventaja, habría sido necesario acudir a un nuevo criterio de desempate. La última jornada del torneo llegó con todo por decidirse. El Torreblanca CF hizo los deberes y venció a la Peña Real Madrid B, lo que obligaba al conjunto principal de la Peña Real Madrid a ganar sí o sí su encuentro ante el Imperio Melilla. En caso de empate o derrota, el título hubiera ido a manos del Torreblanca. El partido fue un reflejo de lo que había sido el campeonato: igualdad, tensión y emoción.
Durante la primera parte, la Peña Real Madrid no logró encontrar el camino al gol. La presión del título se notaba en cada jugada, y el marcador no se movió antes del descanso. El momento clave llegó en el minuto 32. Fati, jugadora del Imperio Melilla, vio la segunda tarjeta amarilla, lo que dejó a su equipo en inferioridad numérica. Esta situación fue aprovechada por la Peña Real Madrid para atacar con superioridad y lograr el primer tanto del encuentro. Julia fue la autora del 0-1, que ponía a su equipo en disposición de levantar la copa. Sin embargo, la alegría duró poco. A falta de apenas tres minutos para la conclusión, Gislel empató el partido para el Imperio Melilla con el 1-1, un resultado que dejaba momentáneamente el trofeo en manos del Torreblanca CF.
El gol supuso un mazazo para la Peña Real Madrid, que se volcó en ataque en busca del tanto que les devolviera la gloria. Y lo consiguió. En los segundos finales del encuentro, Carol firmó el definitivo 1-2 que desató la locura en las filas del conjunto blanco. Ese gol no solo les daba la victoria, sino que certificaba la conquista de la Copa Federación en una edición para el recuerdo, que se definió por apenas un gol en el cómputo global entre los dos equipos más fuertes del torneo.
Una vez concluido el partido, se procedió a la entrega de trofeos. La ceremonia tuvo lugar sobre la misma pista, y estuvo presidida por Hassan Hamed, director deportivo de la Real Federación Melillense de Fútbol. Fue él quien hizo entrega del trofeo de campeonas a la capitana de la Peña Real Madrid, Fadola, en medio de la celebración de sus compañeras. Este triunfo supone un reconocimiento al esfuerzo, constancia y espíritu competitivo de la Peña Real Madrid, que supo sobreponerse a la presión de verse obligada a ganar y a un empate que parecía definitivo. Su capacidad de reacción en los momentos clave marcó la diferencia y les permitió levantar una copa que estuvo en juego hasta el último suspiro del campeonato.
La edición de esta Copa Federación Aficionado Femenino de fútbol sala deja una imagen clara: el gran nivel del fútbol sala femenino en Melilla y el crecimiento de una competición que gana cada vez más protagonismo. La Peña Real Madrid inscribe su nombre como campeona en una edición histórica, marcada por la igualdad y un desenlace de película.
