Una de las casetas más conocida por los melillenses vuelve a alegrar las fiestas patronales con comida casera, buena bebida y un ambiente inmejorable.
Si alguien sabe lo que significa la Feria para los melillenses son los de la Peña Bética, que llevan más de 20 años alegrando las fiestas patronales con su caseta. Una vez más, no han querido faltar a su cita, por lo que vuelven a la explanada de San Lorenzo fieles a su compromiso.
Como ya viene siendo habitual, este año centran todos sus esfuerzos en no defraudar a su público y en ofrecer la mejor comida de todo el real de la Feria. No en vano, sus integrantes prometen que la paella que sirven no tiene rival.
Hablamos con Juan José, uno de los encargados de la caseta, quien nos afirma que esta edición han decidido apretarse el cinturón y adaptar sus precios a los tiempos de crisis que corren.
Por ello, cobran exactamente lo mismo que el año pasado y para demostrarlo entregan a sus clientes las misma carta que en 2010, como prueba de que en esta caseta los precios “están congelados”.
En cuanto a comida y bebida, sirven los más típico; caracoles, costillas al carbón, tortilla de patatas y migas son sólo algunas de las tapas y raciones que pueden degustar los melillenses en la Peña Bética.
Tampoco faltan el vino y la cerveza, ambos a buen precio y acompañados de su correspondiente tapa. Por poner un ejemplo, la caña y la tapita cuestan dos euros.
Buenas expectativas
La Feria acaba de comenzar, pero en esta caseta tienen altas expectativas para este año. La primera noche fue un éxito total, según comentó Juanjo, el cual se repitió ayer al mediodía, ya que gran parte de las mesas estaban reservadas.
En su opinión, ni la crisis ni el Ramadán se están notando demasiado en esta edición, e insiste en que por el momento el público y los clientes no han faltado a su cita con la Peña Bética.
“Tenemos de todo para satisfacer a los melillenses; un gran ambiente, buena comida, mejor bebida y precios aptos para todos los bolsillos”, agregó Juan José.
Así pues, esta Feria nadie tiene excusa para no dejarse caer un rato por la Peña Bética para degustar sus tapas y refrescarse con un cerveza bien fría.
Todo ello, con la compañía de unos auténticos conocedores de las fiestas patronales de Melilla.