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El arrestado es un marroquí de 50 años que vivía en Francia, supuesto destino de la droga
La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a un ciudadano marroquí, residente en Francia, tras haberlo detenido ayer en el puerto de Melilla acusado de llevar unos diez kilos de hachís ocultos en un coche con el que iba a embarcarse con destino a Málaga.
Uno de los perros utilizados en los registros selectivos de vehículos que embarcan en buques a la península advirtió de la presencia de la droga en un turismo de matrícula francesa, ocupado por su conductor, explicó la Guardia Civil en un comunicado.
En 22 paquetes ocultos
El hachís fue localizado en 22 paquetes ocultos en un doble fondo en el depósito de combustible, tras lo que ha sido tenido este hombre de 50 años, según el comunicado emitido ayer por la Benemérita.
El detenido fue puesto a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra la salud pública, junto a la droga intervenida y el vehículo utilizado.
Destino de la droga
Francia era el destino presumible de la droga, polen de hachís, que hubiera supuesto más de 40.000 dosis, subrayó la Comandancia de la Guardia Civil en nuestra ciudad.
Las aprehensiones de hachís en vehículos que embarcan a la península se producen con frecuencia en el puerto de Melilla.