Se trata de la primera vez que se detiene en Melilla a un ciudadano de esta nacionalidad por un delito de narcotráfico.
La Guardia Civil ha detenido a un joven de nacionalidad china con residencia en Madrid que fue sorprendido hace unos días con 21,6 kilos de hachís distribuidos en 40 paquetes que estaban ocultos en la rueda de repuesto de un coche de alquiler con el detenido pretendía embarcar en Melilla con destino a Málaga.
Según informaron fuentes de la Guardia Civil se trata de la primera vez que en Melilla es detenido un ciudadano de nacionalidad china por un delito de narcotráfico.
En una nota de prensa, la Comandancia de la Guardia Civil informó de que ésta es la tercera actuación contra el narcotráfico que ha desarrollado el Instituto Armado en los últimos días en Melilla. En total, las tres actuaciones llevadas a cabo, se han saldado con la intervención de un total de 67 kilos de droga y la detención de dos personas.
La operación en la que fue detenido el joven chino de 20 años de edad y que responde a las iniciales X.X. tuvo lugar hace unos días, cuando la Guardia Civil se encontraba realizando el registro rutinario de los vehículos y personas previo al embarque en el Puerto de Melilla.
Los agentes encontraron la droga escondida en el interior de la rueda de repuesto de un vehículo de alquiler con matrícula nacional, que ha sido puesto a disposición judicial junto con el detenido y la droga intervenida, y procedieron a la detención e identificación del hombre.
Asimismo, la Guardia Civil detuvo, el martes 17 de enero, a un marroquí, de 53 años y con domicilio en Murcia que fue sorprendido con 34,5 kilos de polen de hachís ocultos en un doble fondo practicado en un turismo de matrícula española, con el que pretendía embarcar con destino a Almería. Los autores llevaban 99 paquetes de diferentes formas y tamaños con la droga. Según los agentes, ésta fue la operación de más importancia por la cantidad de droga intervenida, cuyo posible destino podía ser Murcia.
La última de las tres intervenciones llevadas a cabo por la Guardia Civil durante esta semana tuvo lugar minutos después de la detención del marroquí. La actuación se produjo en una plataforma de una agencia de transportes de la ciudad que estaba siendo remolcada para su embarque en el mismo buque, en la que los guardias civiles localizaron un envoltorio camuflado bajo un cartel adosado que contenía diez paquetes con 6,6 kilos de polen de hachís. En este caso no se produjeron detenciones, por lo que se ha abierto una investigación para averiguar la autoría.
Por su parte los dos detenidos fueron puestos a disposición judicial como supuestos autores de delitos contra la salud pública, junto a la droga intervenida y los vehículos utilizados como medio de transporte y ocultación de las sustancias.