Melilla mantiene una tasa de desempleo superior al 23 por ciento, un 3,5% más que la media nacional y casi un 5 por ciento más que el año anterior, según la última Encuesta de Población Activa hecha pública por el Instituto Nacional de Estadística. Los datos demuestran que el paro y la necesidad de encontrar nuevas alternativas económicas para nuestra ciudad deben constituir la principal causa de atención de nuestra clase política y dirigente.
Ayer, la reunión entre los vecinos de la Cañada y el delegado del Gobierno se saldó con el compromiso de trabajar en tal sentido. No se prometieron medidas concretas, mas que una visita de Escobar al barrio una vez se apacigüen los ánimos, pero sí una promesa de actuar positivamente hacia la Cañada, donde se concentra el mayor número de parados de la ciudad.
La solución no es fácil pero exige de mayor implicación inicial por parte del Estado, con mayores partidas para Melilla en los PGE para 2011. Si el PSOE lo quiere, el Gobierno Zapatero aún puede hacerlo. Por tanto, hay que pasar de la voluntad a la práctica en pro de una estabilidad social que para afianzarse requiere de decisiones políticas.