La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha comenzado este mes de septiembre los trabajos pendientes de la ampliación de la desaladora de Melilla, tal y como se había comprometido con la Ciudad Autónoma en la entrega de esta infraestructura para su mantenimiento, conservación y explotación. Estas obras se acometen tras un periodo de observación y análisis del comportamiento de la planta durante sus primeros meses de funcionamiento, con la previsión de acabarlos antes del plazo establecido que concluye el próximo 5 de diciembre.
Varios equipos de especialistas se han desplazado así a la planta desaladora de Melilla por orden de la CHG con la intención de trabajar a jornada completa, incluso los fines de semana, para poder concluir todas las actuaciones en las próximas semanas, antes del plazo comprometido. De este modo, desde la CHG se espera que la Ciudad Autónoma y la empresa encargada de la explotación de la desaladora dispense la máxima colaboración y facilite el trabajo con el objetivo de acortar los tiempos de ejecución y de reducir al mínimo las molestias que se puedan ocasionar a la población melillense.
Cabe recordar que las obras de ampliación la planta ha permitido aumentar su producción de los 15.000 m3/día hasta los 23.000 m3/día, con la puesta en marcha de tres de sus bastidores, ya que el cuarto, aunque está ejecutado, no se puede poner todavía en funcionamiento por falta de potencia hasta que se ejecute la nueva línea eléctrica, objeto de otro proyecto.
Tras varios meses de explotación desde la finalización de las obras de ampliación de la desaladora, se van a corregir ahora las anomalías surgidas durante este tiempo, que son habituales en este tipo de instalaciones que trabajan a gran potencia y elevadas presiones. Son los casos fundamentalmente de las fugas aparecidas en los bastidores de ósmosis inversa y de la necesidad de realizar ajustes de las bombas de alta presión y de agua de mar.
Dado que la planta está en periodo de garantía, se van a sustituir además todos los elementos que en estos meses hayan acusado algún defecto para dejar la misma en perfectas condiciones. También se va a proceder a la revisión de toda la instrumentación de la desaladora.
Todas estas incidencias se supervisan en las reuniones periódicas que se mantienen entre los responsables del abastecimiento de la Ciudad Autónoma y de la CHG, estando prevista la próxima para el 24 de septiembre, y donde también se coordinan entre ambas instituciones la ejecución de los trabajos necesarios,
La CHG trabaja, por otro lado, en la entrega de toda la documentación necesaria para la explotación de las instalaciones, que no es posible hasta tener completamente redactado el proyecto de liquidación o fin de obra cuyo plazo termina a finales de este año.
Esta obra de ampliación de la desaladora de Melilla forma parte de los compromisos asumidos por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para la mejora del abastecimiento de la ciudad autónoma, para garantizar que la población melillense disponga de agua suficiente en cantidad y calidad.
Hay un sabio dicho, que dice: “Que lo que mal empieza, mal acaba” y al parecer se está cumpliendo aquí, en este punto un poco apartado del común bullicio. Es posible que si nos informásemos de otras desaladoras, instaladas en algún otro lugar de la península, no se han dado tantas interrupciones en su puesta en servicio, ya que esta tiene desplegado todo el abanico de interrupciones que se puedan dar. Llama la atención entre otras muchas, como ya se ha dicho; lo de la entrega de toda la documentación, que lo miren bien, no vaya a ser que al no estar al completo, se tenga que parar, por no saber las indicaciones a seguir.
¡QUÉ GUASA!.