Javier Calderón apunta que no estará satisfecho hasta la erradicación total
de las pedradas.
La Consejería de Seguridad Ciudadana reforzará en los próximos días la presencia policial en las zonas donde los autobuses de la COA suelen recibir pedradas, según informó en la jornada de ayer el máximo responsable de dicho departamento, Javier Calderón, en rueda de prensa. La decisión se ha tomado tan sólo un día después de que unos vándalos reventaran la luna lateral de uno de los vehículos de la cooperativa a su paso por La Cañada de Hidum.
Calderón remarcó que no es la primera vez que se ponen en marcha iniciativas de dicho calado para evitar este tipo de ataques. Sin embargo, los dispositivos especiales no han impedido hasta ahora que los autobuses de la COA sean blanco de los gamberros una y otra vez. De hecho, ya es el cuarto incidente en lo que va de año.
Asimismo, el consejero remarcó que el problema está siendo tratado de forma conjunta con la Delegación del Gobierno y la Jefatura Superior de Policía de Melilla. “Se potenciarán las medidas que había activadas actualmente”, subrayó Calderón, quien aseguró que habrá un mayor control policial. “No estaremos satisfechos hasta que estas agresiones sean completamente erradicadas”, defendió.
En la misma línea, indicó que si alguno de los autores de estas gamberradas, a los que calificó de “bárbaros”, es identificado, caerá sobre él “todo el peso de la Justicia”. “No entiendo que ocurran estas cosas. Es dañar por dañar”, lamentó.
Además, señaló que las pedradas no provocan solamente el deterioro de los autobuses, sino que ponen en grave peligro a los propios pasajeros. “Si el conductor se lleva un golpe puede perder el control del vehículo. Lo mismo pasa con los usuarios, que pueden resultar gravemente heridos”, aseveró. El jueves, cuando reventaron la luna del vehículo, iban en su interior una treintena de pasajeros.