La Ciudad Autónoma y el Ministerio de Educación llevarán a cabo un convenio de compensación educativa y desarrollo de programas para formación educativa de personas jóvenes y adultas que se encuentren en una situación desfavorecida para el curso 2022-23.
La consejera de Educación, Elena Fernández Treviño, señala que hay que considerar la educación como un lugar donde se compensa la desigualdad. Por este motivo, este convenio tiene como objetivo ofrecer recursos y medidas para atender al alumnado en situación de desventaja, así como contribuir a reincorporar al alumnado con problemas de exclusión social y laboral, y combatir el absentismo escolar del alumnado desfavorecido.
Este convenio se desarrollará mediante 3 lineas de trabajo fundamentales.
La primera consiste en desarrollar un programa de actividades para tratar de prevenir el absentismo escolar; atender y parar situaciones de abuso en las aulas (se crearán aulas de convivencia); y prevenir situaciones de violencia contra las mujeres o de acoso escolar.
En segundo lugar, se trabajará en el refuerzo de la comprensión lectora. Para ello, los centros escolares abrirán las bibliotecas en horario extraescolar para reforzar la lectura y el aprendizaje.
Por último, se incluye un plan de apoyo socioeducativo con refuerzo de actividades extraescolares que tienen que ver con actividades de ocio y tiempo libre, aulas de la naturaleza y talleres deportivos. Son programas que se han montado otros años y "han funcionado muy bien", asegura Fernández Treviño.
Este programa es fundamental para reincorporar a los jóvenes y adultos desfavorecidos y en riesgo de exclusión social, porque se atenderá a sus necesidades y nunca se sustituirá a la formación profesional. "Creemos que es fundamental poder reincorporar a estos jóvenes o adultos desfavorecidos al sistema educativo", explica la consejera de Educación.
Estas líneas de trabajo van a ser reforzadas también con una unidad de apoyo y seguimiento del abandono escolar temprano para ver cómo funciona el convenio y evoluciona el alumnado.
“Por primera vez este convenio dura el curso escolar completo. Va a comenzar a principios de septiembre y durará hasta el 30 de julio de 2023”, explicó Treviño.
Este convenio cuenta con un presupuesto de más de 1,7 millones de euros, dentro de los cuales 813.667 euros corresponden al Ministerio de Educación y Formación Profesional y 873.806 euros por parte de la Ciudad Autónoma.
Asimismo, Fernández Treviño comunicó que los programas suelen hacerse en los propios centros, fuera del horario escolar, o en las propias instalaciones de la Ciudad Autónoma, puestas a disposición para su desarrollo, como el centro María Inmaculada.
La Consejería de Educación, junto a la Dirección Provincial de Educación, ha puesto en marcha para todos estos programas y planes la contratación del profesorado y de los profesionales no docentes necesarios para ello.
Por su parte, el Director Provincial de Educación en Melilla, Juan Ángel Berbel, explicó que mediante este convenio se busca asegurar los recursos necesarios para la adopción de medidas dirigidas al alumnado que se encuentre en situación de desventaja social y que necesita atención educativa a la ordinaria por una escolarización tardía o irregular, por desconocimiento del idioma español o cualquier otra circunstancia que le impida estar escolarizado y alcanzar el máximo desarrollo de sus capacidades personales.
Para solventar esto, se desarrollarán acciones prioritarias, como el Plan de alfabetización e inmersión lingüística en castellano para adultos y menores (tanto Menores Extranjeros No Acompañados o niños y niñas del CETI).
Berbel también hizo referencia a la ‘Unidad de apoyo a la orientación y seguimiento del abandono escolar temprano’ con el objetivo de orientar en el ámbito profesional a los jóvenes que han abandonado de forma prematura el sistema educativo sin titulación oficial o no han concluido bachillerato o los ciclos de grado medio.