Hostelería y sanidad son los sectores que mejor capean la crisis. Los autónomos sostienen el sistema.
El número de afiliados a la Seguridad Social en el régimen general en Melilla el mes pasado era de 13.575. Esto supone que la cifra de cotizantes ha sufrido un retroceso de más de una década. Hay que viajar siete años atrás en el tiempo para encontrar que los afiliados en nuestra ciudad estaban por debajo de los 14.000. Si se tiene en cuenta el gran aumento que ha experimentado la población en estos años, el dato es aún más preocupante. La crisis económica ha marcado esta evolución negativa, de la que se salvan pocos sectores. Hostelería y servicios sanitarios son de las pocas actividades económicas en las que a pesar de las dificultades económicas el número de cotizantes ha aumentado en estos años. Ellos y los trabajadores autónomos son los que consiguen sostener un sistema en el que el equilibrio es cada vez menor, porque al tiempo que disminuyen los afiliados, aumentan los pensionistas y los desempleados.
En el año 2007 había en Melilla 66.871 habitantes según los datos del INE. En septiembre de aquel año el número de afiliados a la Seguridad Social era de 14.968, el más alto de los últimos trece años. Las últimas cifras de población apuntan que actualmente el número de residentes en la ciudad supera los 85.000, mientras que los afilados son 13.576. Aunque el número de habitantes no es siempre proporcional al de personas en edad de trabajar, las cifras pueden servir como indicativo de cuál ha sido la evolución del mercado laboral desde el comienzo de la crisis económica.
Los datos se extraen del histórico de estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. De acuerdo con esta información, el número de afiliados en el régimen general ha ido descendiendo paulatinamente durante estos años. En el caso de los autónomos, la tendencia ha sido justo la contraria. De hecho, Melilla es una de las pocas regiones en las que el debilitamiento de la economía no ha provocado un descenso de los trabajadores por cuenta ajena. El secretario general de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), Jerónimo Pérez, explicaba este verano en el periódico El Faro que el desempleo es lo que ha provocado que muchos melillenses apuesten por crear una empresa para poder salir de esa situación.
No obstante, indicaba Pérez que estas cifras son algo engañosas, porque cada mes se crean nuevos negocios, pero se cierran otros y la mayoría no permanece abierta más de dos años. De hecho, si en 2006 el número de trabajadores inscritos como autónomos en la ciudad era de 2.912, el mes pasado esta cifra ascendía a 3.603, lo que demuestra esta tendencia positiva.
Las cifras del Ministerio apuntan cuáles son los sectores en los que la afiliación ha sufrido una caída más acusada. Así, si en la hostelería y la sanidad es donde más ha aumentado el número de cotizantes, construcción, servicios inmobiliarios e industria es donde se ha registrado la bajada más importante. En el caso de la construcción en el 2006 había un total de 1.754 afiliados, frente a los 951 del mes pasado, lo que supone que se ha producido una reducción a casi la mitad. El retroceso en este sector ha sido continuo durante estos siete años. La caída más llamativa se produce en los profesionales que se enmarcan en actividades inmobiliarias, donde en septiembre de este año sólo había dados de alta 14 melillenses, frente a los más de 200 de hace seis años. En industria se pasa de de 412 a 330.