Los de Currás salieron muy enchufados y dejaron sentenciado el partido antes del descanso. El Recreativo jugó más de una hora en inferioridad numérica por expulsión de Eduardo Moya y Antonio Brioso.
Después de tres derrotas consecutivas ante Jumilla, UCAM y Jaén, la UD Melilla lograba poner freno a su caída libre con una contundente victoria ante el Decano del fútbol español, el Recreativo de Huelva, que cuando quiso entrar en el partido ya tenía el marcador muy adverso. Los de Fernando Currás salieron muy enchufados y con una actitud diferente a la de sus últimas comparecencias. La intensidad y las ganas de los azulinos por retornar a la senda del triunfo tuvieron la recompensa deseada: Tres puntos que alivian algo la delicada situación en la que se encuentra el equipo y que sirven de bálsamo para calmar los ánimos después de una semana muy ajetreada, que ha dejado heridas pendientes de cicatrizar. Con el triunfo incuestionable y más que merecido, el Melilla parece que vuelve a recuperar esa capacidad de superar adversidades que siempre ha llevado a gala. Las significativas ausencias con las que afrontaba el duelo no se hicieron notar. Los azulinos salieron con el cuchillo entre los dientes para dejar claro que querían tanto o más los puntos en juego que su adversario, que visitaba el coso norteafricano con el objetivo de llevarse la victoria. Bastó tan solo un par de minutos para comprobar que el Recre no iba a tener ayer su día. Sin embargo, los azulinos, quizá por las circunstancias, volverían a demostrar sus carencias en un segundo tiempo que el rival afrontó con dos jugadores menos y en el que apenas generó peligro. El primer gol, rápido Los aficionados que tomaban asiento con algo de retraso tuvieron que frotarse los ojos para comprobar la veracidad del 1-0 que figuraba en el marcador cuando aún no se habían cumplido dos minutos de partido. En una acción a balón parado muy habitual de los azulinos, Richi se encargaba de convertir un saque de banda en un balón largo centrado al primer palo donde aparecía Manolo para enviar el cuero al fondo del portal visitante ante la pasividad y el desconcierto del meta y la zaga onubense. El canterano lo celebraba con rabia y el equipo hacía un piña entorno a él. Liberar la presión El gol liberaba a los unionistas de la presión con la que afrontaban el duelo y fortalecía su actitud. Los de Currás ponían cerco al área visitante, mal defendida por una defensa nerviosa que no atinaba a despejar el peligro. Diego Cascón lo intentaba con un disparo desde la corona del área que se marchaba muy alto y, poco después, era Chupe el que se marchaba de su oponente para penetrar en el área y dibujar un centro con el exterior de la bota derecha que Hamin remataba cruzando el cuero muy cerca del palo derecho del portal defendido por Rubén Gávez. Los azulinos no daban un respiro al rival y al filo del cuarto de hora era de nuevo Diego Cascón el que recibía una pelota de David Sánchez y se giraba para conectar un tremendo derechazo desde fuera del área, que se colaba como un auténtico obús por la escuadra izquierda. El delantero leonés anotaba el 2-0 en el electrónico y el tercero en su cuenta particular. La cosa se le iba a poner aún más de cara a los norteafricanos cuando en el ecuador de la primera mitad el visitante Edu Moya sacaba su codo a pasear y dejaba KO a Cascón, que quedaba tendido en el suelo tras un saque de esquina en el que el colegiado ya había señalado falta al portero andaluz. Los azulinos, ahora con superioridad numérica sobre el verde, se dedicaban a tocar la pelota con criterio ante un rival que seguía sin dar una a derechas y con la aprobación de la grada, que aplaudía con generosidad la suficiencia que echaba en falta a su equipo. Los visitantes comenzarían a estirar líneas ya en la recta final del primer acto, aunque solo crearían alguna incertidumbre en sendos remates con la testa de Carlos Delgado en acciones a balón parado, y en otro remate de Arthuro al que Dani Barrio respondía con una gran intervención enviando a saque de esquina. Cuando parecía que al descanso se llegaría con el 2-0 en el marcador, los locales volvían a sacar provecho de la insegura línea de retaguardia visitante. El meta Rubén despejaba de manera defectuosa una pelota que llegaba a los dominios de Chupe. El exterior azulino habilitaba a Diego Cascón, que era derribado por Brioso dentro del área. El colegiado no dudaba en señalar la pena máxima y mostrar la tarjeta roja al central recreativista, que dejaba a su equipo con dos jugadores menos. David Sánchez, de potente disparo centrado, establecía el 3-0 con el que los equipos enfilaron el túnel de vestuarios. Los aficionados se las prometían muy felices. Era una ocasión de oro para resarcirse del 5-0 encajado la semana anterior en Jaén. El Melilla se había mostrado superior en todo a un equipo al que el segundo tiempo se le podría convertir en un auténtico calvario. Nada más lejos de la realidad. El Recre tiró de casta y orgullo para plantar cara e incluso superar en muchas fases del juego a los locales. Quizá el esfuerzo de los primeros minutos pasó factura. Quizá la mala situación que atraviesa el equipo. El caso es que los norteafricanos se mostraron como un equipo sin ideas, incapaz de progresar en el juego y abusando de los pases horizontales y hacia atrás. El respetable mostró su enfado y la música de viento sonó en varias ocasiones desde la grada. Nueve futbolistas A pesar de jugar con nueve futbolistas, el Recre ponía en más apuros de los previstos a los locales. Arthuro, el jugador más peligroso de los albiazules (ayer de rojo) finalizaba con un disparo ajustado a la cepa del palo derecho del portal melillense, una jugada elaborada por el flanco izquierdo de Rubén Mesa. Apenas cinco minutos después, los mismos jugadores volvían a tener el protagonismo. Aunque en esta ocasión Arthuro no llegaba por poco en el segundo palo a un balón centrado desde la izquierda por Rubén. Jesús Vázquez pudo hacer el gol del honor con un disparo desde la frontal tras una serie de rechaces después de un saque desde el banderín de córner. Koeman, a falta de cuatro minutos para el final, protagonizaba la única ocasión clara de los melillenses en el segundo tiempo, pero el disparo cruzado del canterano se marchaba lamiendo el palo izquierdo de Rubén Gálvez. No hubo nada más. El colegiado pitaría el final después de prolongar tres minutos un partido que podría servir para cambiar el rumbo del conjunto azulino. La pena es que el Melilla sigue generando dudas, después de un segundo tiempo para olvidar.
Fernando Currás: "Me quedo con el primer periodo que realizamos"
A pesar de la victoria, el técnico de la UD Melilla acudía a la sala de prensa con semblante serio. “La profesión se lleva por dentro”, expresó. “Aunque no lo parezca, estoy muy contento. Sobre todo porque el vestuario está alegre. Ahora toca disfrutar de la victoria y recuperar bien porque ha sido una semana muy intensa y, a partir de mañana, comenzar a preparar el partido de Cartagena”, añadió. En cuanto al partido, reconoció que había tenido dos tiempos diferenciados. “El segundo tiempo no pasará a los anales de la historia. Es una situación muy compleja. Me quedo con el primer tiempo que hemos hecho. Prefiero quedarme con la respuesta del equipo en el primer tiempo. El marcador se nos ha puesto de cara muy pronto. Se veía que estamos necesitados y se ha notado. Queríamos que se demostrase eso en el campo y así ha sido. Después en el segundo tiempo y con las expulsiones ha sido muy extraño. Es custión de analizar y quedarse con la victoria porque son tres puntos que nos vienen de maravilla”, manifestó el preparador gallego. “Nosotros queríamos ganar el partido. Es verdad que en el descanso se habla de que no estaba nada hecho y había que seguir apretando, pero quizá no tuvimos quizá la personalidad suficiente para tener esa paciencia. Entiendo perfectamente de que no es fácil a veces estar ahí. Lo importante era sacar el partido adelante y lo hemos hecho. Ahora hay que darle continuidad, porque aún no hemos hecho nada. Nos espera una segunda vuelta muy dura, porque la competición es muy exigente”, declaró Fernando Currás. “Era un partido donde teníamos que demostrar que queríamos y a mí eso me llena. Está claro que en la situación en la que estamos necesitamos sumar. Tenemos un reto por delante complicado”, apuntó. Alejandro Ceballos El entrenador del Recre valoró la derrota de su equipo, que achacó a los despistes defensivos. “Las dos primeras acciones ofensivas del contrario acabaron en gol. Tenemos debilidades y carencias a nivel defensivo. El contrario aprovechó sus oportunidades. Nosotros hemos querido, pero no hemos podido. En el descanso he pedido al equipo amor propio para no parecer una banda”, manifestó