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La anulación del concierto no implicaría el pago del caché acordado
La viceconsejera de Juventud, Isabel Moreno, ha reiterado que la cancelación del concierto de Kiko Rivera, prevista para el pasado 8 de julio con motivo de la Color Run, se debió a causas administrativas. El motivo exacto sería "la falta de acreditación de solvencia técnica" para llevar a cabo el evento musical.
De acuerdo a la viceconsejera, toda actuación de la Administración se hace por el interés público y sin intención de causar ningún perjuicio. Por ello recordó que la viceconsejería no deberá abonar la cantidad acordada por la actuación, ya que no se llegó a formalizar el contrato con la Administración, independientemente de la relación entre la empresa productora y el artista.
Según Moreno, el caché de la actuación, sumando el porcentaje que se lleva la empresa intermediaria, es de 5.000 euros. Cantidad que Juventud no abonará al no tener reclamación de pagar dicha cantidad, ya que la actuación de la viceconsejería ha sido la "adecuada".