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El coste moral de que cientos de personas mueran en nuestras costas no es soportable
Continúan las muertes de inmigrantes en el Mediterráneo, ayer fueron otras 13 las personas que perdieron la vida durante su viaje en patera hacia las costas de la península. Nueve de ellas fallecieron en el mar y otras cuatro en el puerto de nuestra ciudad mientras los sanitarios intentaban reanimarlos. No pudieron hacer nada por ellos. De los 98 inmigrantes que viajaban en las dos embarcaciones rescatas por efectivos de Salvamento Marítimo en el mar de Alborán, 80 sobrevivieron al horror y desembarcaron en Melilla. Tras recibir atención en el puerto fueron trasladados al CETI, donde los acogieron.
Una jornada más, el mar se ha cobrado la vida de personas desesperadas, que se juegan el tipo por labrarse un futuro mejor. Para ellos cualquier opción es valida antes que permanecer en sus países. Están dispuestos a todo por mejorar su vida.
Mientras existan lugares deprimidos donde el futuro sea hambre y pobreza, represión y muerte, aún tendremos que vivir muchas más jornadas negras como la de ayer. El coste moral de que cientos de personas mueran en nuestras costas no es soportable y no podemos aceptarlo como un hecho inalterable. Hay que poner solución a esta sangría.