Nabil, un interno marroquí del CETI, denunció el pasado sábado 15 de septiembre que fue asaltado violentamente por dos individuos en el descampado ubicado entre la barriada de la Constitución y el barrio de las Palmeras. El joven aseguró a El Faro que no es la primera vez que suceden agresiones de este estilo dirigidas a miembros del colectivo LGTB alojados en el centro.
Los hechos, según indica la denuncia, tuvieron lugar alrededor de las 14:30 horas, momento en el que Nabil se disponía a regresar al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes. El joven fue abordado por dos individuos, uno por delante y otro por detrás, y comenzaron a tirarle de la riñonera.
Durante el forcejeo con los asaltantes, uno de ellos le sacó un cuchillo y le propinó varios pinchazos. Al mismo tiempo, el segundo individuo le golpeó por diferentes partes del rostro y el cuerpo, “fruto de éstos, perdió el conocimiento”, según consta en la denuncia.
Los asaltantes consiguieron arrebatarle la riñonera, en cuyo interior había 35 euros, una tarjeta de residente del CETI de Melilla y otra de solicitante de asilo.
Cuando despertó, Nabil ya se encontraba en el Hospital Comarcal, donde dos miembros de la Policía le indicaron los pasos a seguir para llevar a cabo la denuncia.
El joven marroquí describió en la denuncia que fueron dos las personas que le asaltaron. Uno de ellos medía 175 centímetros, era moreno y delgado. El otro, de complexión fuerte, tenía la piel del rostro enrojecida y llevaba aparato en los dientes. Ambos cuentan con una edad comprendida entre los 18 y los 22 años.
“Estoy en shock”
Este joven de 25 años es uno de los aproximadamente 50 chicos y chicas LGTB que se hallan alojados en el CETI de Melilla esperando a que se resuelva de forma favorable su solicitud de asilo.
“Es la primera vez que me pegan así, estoy en ‘shock’, pero sí estoy acostumbrando a recibir insultos de todo tipo por mi condición”, apuntó Nabil, que llegó a Melilla hace cuatro meses proveniente de Nador, la ciudad vecina.
Nabil relató a este medio que dejó su ciudad de origen porque la situación de la comunidad gay en Marruecos es insostenible. “Cuando quieres denunciar algún tipo de insulto o amenaza, la policía te trata mal. La gente, como saben que no tienes derechos, se atreven a amenazarte incluso más”, dijo.
Este nadorí ha tenido que hacer frente a diferentes tipos de agresiones cuando residía al otro lado de la frontera. En este caso, sus vecinos le han llegado a atacar en su casa hasta tres veces. “Allí, en Marruecos, llegué a pedir ayuda a la policía, pero me dieron la espalda”, relató. También ha llegado a estar detenido en otras tres ocasiones.
Insultos, el pan de cada día
El joven, como el resto de sus compañeros, comenta estar acostumbrado a recibir agresiones verbales diarias cada vez que sale del CETI. Muchas de las personas que les insultan conocen perfectamente que pertenecen a la comunidad LGTB porque ellas también se mueven por los alrededores del centro. Además, los internos siempre suelen ir en grupo, para evitar este tipo de agresiones.
Nabil, al igual que el resto de sus compañeros, señaló que la mayoría de las personas que les atacan verbal y físicamente en la calle “son habitantes de la ciudad, menas o los propios compañeros del CETI, provenientes, especialmente, de Marruecos y otros países del Magreb, como Argelia y Túnez”.
El joven indicó que la forma que tienen de acercarse a ellos es preguntándoles si tienen un cigarro: “Si no tienes, te empiezan a decir insultos como ‘maricón’ y otro tipo de palabras ”.
“Hay mucha más gente que ha sufrido agresiones y robos en los alrededores del CETI”, dijo. “A un compañero le llegaron a sacar una pistola. Hay otro chico que, antes de que le trasladaran a la península, le robaron el móvil. A otro de 18 años unos compañeros del centro le comenzaron a insultar y a pegar. Tuvo suerte, porque la Guardia Civil pasó por la zona y les detuvo”, aseguró. “Ni soy el primero, ni seré el último”, manifestó.
sres ante todo y sobre todo son personas y hay que tratarlas con el debido respeto independientemente de su orientacion sexual y el que no lo entienda asi , sobra en MELILLA Y EN EL RESTO DEL MUNDO.
Y estos personajes q no están de acuerdo con las diferentes homoxualidades,son los que quieren llegar a Europa?...madre mía a dónde vamos a llegar.
que se vaya a su país!!
Este es un problema gravísimo por su doble vertientes
:homofobia y agresion violenta.Es urgente poner una solución por parte de la policia y las "autoridades" políticas.Menos propaganda y más soluciones a problemas tan graves como estos que nos retrotraen al franquismo cuando este colectivo estaba expuetos a estos maltratos por ser considerados por el régimen del genocida como "vagos y maleantes" al aplicárseles esta ley del mismo nombre.