El Ministerio del Interior ha aprobado el plan especial de la 36ª edición de la Operación Paso del Estrecho (OPE), el dispositivo que coordina el tránsito de millones de viajeros y vehículos entre Europa y el norte de África durante los meses de verano. La decisión se tomó el pasado martes, 22 de abril, en la reunión del Comité Estatal de Coordinación y Dirección (CECOD), celebrada en Madrid bajo la presidencia de la subsecretaria del Ministerio, Susana Crisóstomo.
Este operativo, considerado el mayor de su tipo en Europa y uno de los más relevantes a nivel global, estará en marcha entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. Se espera un movimiento superior a los 3,5 millones de personas y cerca de 890.000 vehículos, lo que representa un incremento del 4% y 5% respectivamente, en comparación con el pasado año. La edición de 2024 cerró con cifras históricas: 3,4 millones de pasajeros y casi 850.000 vehículos cruzaron el Estrecho, un aumento del 9,3% respecto a 2023.
Durante el encuentro en Madrid participaron representantes de más de 20 organismos estatales, así como responsables de comunidades autónomas, corporaciones locales y delegaciones del Gobierno. La directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, destacó el valor estratégico de la OPE, que definió como “un ejemplo de cooperación internacional, planificación estratégica y compromiso humano”.
El Plan Especial incluye un Plan de Flota que determina el número de buques, su capacidad y las rotaciones necesarias para asegurar el flujo fluido de vehículos y pasajeros. También contempla planes provinciales de coordinación, dispositivos portuarios y refuerzos en seguridad vial, sanitaria y de emergencias en los nueve puertos habilitados: Algeciras, Tarifa, Almería, Málaga, Motril, Alicante, Valencia, Ceuta y Melilla.
No obstante, Melilla afronta esta edición con menos expectativas. La ciudad registró una bajada en el número de viajeros durante la OPE 2024. El puerto de Melilla se posicionó entre los menos utilizados del operativo, lo que supone una preocupación creciente para las autoridades locales y el sector comercial de la ciudad.
La tendencia descendente del uso del puerto melillense se atribuye a múltiples factores, entre ellos, la mayor conectividad y frecuencia de rutas desde puertos peninsulares como Algeciras o Almería, además del incremento en el uso de rutas terrestres por parte de los viajeros que optan por cruzar desde Francia y otros países europeos directamente hacia el sur de España. A esto se suma una percepción entre algunos usuarios de una menor competitividad en precios y horarios respecto a otras opciones marítimas.
El descenso tiene implicaciones no solo logísticas, sino también económicas para la ciudad. Menor tránsito implica una reducción del volumen de negocio en sectores como transporte, comercio, restauración y servicios turísticos. Además, pone en entredicho el aprovechamiento de las infraestructuras locales, muchas de ellas diseñadas para responder a un flujo mayor de viajeros. Melilla, que históricamente ha tenido un papel clave en la OPE, se ve ahora en la necesidad de replantear su estrategia de atracción y conectividad para volver a posicionarse como punto relevante en esta gran operación.
Por otro lado, la Operación Paso del Estrecho no solo representa un reto logístico, sino también un fenómeno social de gran envergadura. Para muchas familias de origen magrebí residentes en Europa, este dispositivo simboliza el reencuentro con sus raíces, costumbres y seres queridos. A lo largo de los años, la OPE se ha convertido en una red de unión cultural y emocional, además de un eje económico y de movilidad que articula a tres continentes. Su adecuada gestión repercute directamente en la seguridad y bienestar de millones de personas.
Desde el Gobierno central se insiste en la importancia de una planificación global y coordinada para garantizar el éxito del operativo. “Nuestro objetivo es ofrecer a todos los viajeros una respuesta adecuada y proporcionada a la demanda de servicios e infraestructuras, así como asegurar una actuación eficaz ante cualquier eventualidad”, declaró Susana Crisóstomo durante la sesión.
Por ahora, Melilla queda en una posición secundaria dentro de una operación que no deja de crecer. A pesar del panorama actual, las autoridades confían en que futuras ediciones puedan revertir la tendencia mediante una combinación de medidas logísticas, promoción institucional y mejora de la competitividad del puerto.
LA DESIDIA DE LA FRONTERA JUEGA UN PAPEL MUY IMPORTANTE A LA HORA DE NO QUERER VENIR A MELILLA PARA CRUZAR HACIA EL OTRO LADO ...
Tendencia descendente cada año de la OPE en el puerto de Melilla .
Año tras año...pérdida tras pérdida...
No lo digo yo...son las estadísticas!
Po sí
Calla perro!!