El delegado agradece a Fernández Díaz su comprensión y sensibilidad con la situación de Melilla.
El delegado del Gobierno también tiene su medalla. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, condecoró ayer con la Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil a Abdelmalik El Barkani por su “firme apoyo” a los agentes de la Benemérita que trabajan en el control del perímetro fronterizo. Fernández Díaz recalcó que el delegado ha estado cerca de los guardias en “momentos de dificultad”.
El ministro indicó que la labor que realiza la Guardia Civil en nuestra ciudad es “complicada” y aseguró que los agentes “no obvian que son los garantes de la Ley y el orden en ámbitos tan complejos como éste”.
Una medalla más
Las condecoraciones a la labor de la Guardia Civil en la valla han llovido en los últimos días. El propio Fernández Díaz condecoró la semana pasada a los ochos guardias civiles que fueron imputados por su actuación en la alambrada el pasado 15 de octubre de 2014 y cuya causa fue archivada en abril. En aquel acto, el coronel Ambrosio Martín Villaseñor también fue condecorado. Unos días después, el martes de esta semana, los ocho agentes volvían a ser homenajeados. Esta vez con la Orden del Mérito Civil otorgada por Exteriores. Ahora es El Barkani el que recibe su reconocimiento por el trabajo realizado en estos años en el control de la inmigración irregular.
Que la valla sea historia
El delegado del Gobierno se mostró ayer emocionado y agradecido por la condecoración. Resaltó que el trabajo en estos años ha sido duro y señaló que si bien es cierto que la presión migratoria ha disminuido, aún existe. “Los melillenses esperamos que, alguna vez, pase a ser un antiguo episodio de nuestra larga historia”, aseguró.
El Barkani volvió a insistir, como ya hizo el martes en la entrega de los galardones a los 8 guardias civiles, en la legalidad de la actuación en la valla. Resaltó que la complicada situación a la que se ha enfrentado Melilla en estos años, especialmente en 2014, ha servido para alcanzar una mayor efectividad en el control del vallado, pero siempre “sin menoscabo de seguir respetando, de forma escrupulosa, cualquier ordenamiento jurídico nacional o supranacional”.
Además, agradeció especialmente la comprensión y sensibilidad que ha tenido Fernández Díaz con la situación de Melilla, el gran trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y especialmente del coronel Martín Villaseñor, anterior jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, y al comandante Arturo Ortega, actual jefe accidental.
El delegado del Gobierno insistió en su satisfacción por lo conseguido hasta ahora y se marcó un objetivo claro: “Hacer que la valla de Melilla se convierta, algún día, más cercano que lejano, en una anécdota que, aún manteniéndola, deje de ser necesaria”.