Un año más, el Día de Melilla dejó un rifirrafe entre el Gobierno local y el principal partido de la oposición, CpM, cuyos dirigentes fueron los únicos de la Asamblea que no asistieron a los actos celebrados en el casco antiguo, como suele ocurrir todos los años.
El presidente autonómico, Juan José Imbroda, abrió el discurso que pronuncia en esta efeméride haciendo una referencia a aquellos que no participan en la celebración del 17 de septiembre como día de la Ciudad Autónoma. “Un año más, ni entiendo ni apruebo la actitud desagradecida y provocativa de aquellos que rechazan o no comparten esta conmemoración. Debe ser desconocimiento, pero lo que no es admisible, bajo ningún concepto, es el pretendido equilibrio entre el rechazo del 17 de septiembre como fecha fundamental en nuestro concepto como pueblo y la adhesión a nuestra Constitución”, apuntilló el máximo dirigente del Gobierno.
Hay que recordar que los cepemistas rechazan participar en estos actos institucionales argumentando que se celebra un derramamiento de sangre por parte de las tropas españolas sobre los bereberes, al tiempo que abogan por trasladar el Día de Melilla a la fecha en que se aprobó su estatuto de autonomía.
“Este es un acto institucional, por tanto, no es el foro para rebatir discursos más o menos interesados, aunque éstos se correspondan con campañas planificadas de intoxicación informativa, cuya pretensión única es desestabilizar política y socialmente a la ciudad”, apuntilló el presidente Imbroda. En la misma línea, resaltó que algunos sólo pueden desarrollarse en política “como auténticos agentes destructores que, sin importarles el futuro de la ciudad, trabajan denodadamente para retorcer la verdad”.
“Me indigna el discurso que manifiesta que Melilla no tiene futuro. Y me indigna porque, a veces, esconde espurios intereses siempre egoístas. Y me indigna porque pretenden inocular la desilusión y la desesperanza en los ciudadanos, con el efecto negativo de no plantearse ningún futuro de vida aquí en Melilla”, agregó el presidente ante los cientos de melillenses que había en la Plaza de Armas. Además, resaltó que la ciudad cuenta con valores como esfuerzo, tolerancia, igualdad y libertad, y que su sociedad es abierta y plural.
Durante el discurso, en esa búsqueda de hacer partícipes en el Día de Melilla a todos sus habitantes, recordó que su Ejecutivo ya ha sentado las bases del Pacto Social, al que definió como “un camino grande, muy ancho”, para rescribir el futuro de la ciudad en su pluralidad cultural. “Hemos abierto un proceso de debate sin precedentes en la historia democrática de Melilla”, afirmó.
Un mensaje de esperanza
Como no podía ser de otra manera, no faltaron alusiones de Imbroda a la crisis que atraviesa el país. Eso sí, el presidente quiso transmitir a los ciudadanos un mensaje optimista y aseguró que la intención de su Ejecutivo a corto plazo es posicionarse bien en estos momentos en que se inicia el crecimiento económico de la nación.
“Hay que coger ese tren de despegue. Que no nos ocurra como en épocas de bonanza real o artificial, que no pudimos ni subirnos”, subrayó. Asimismo, mandó ánimo a los melillenses que cada día trabajan para que la ciudad autónoma salga adelante. “Tenemos la voluntad de afrontar retos y resolverlos”, garantizó.
“Mi Gobierno y yo tenemos la obligación de dirigir la navegación de un barco que tiene rumbo fijo y cierto, para llevarlo a puerto seguro. Algunas veces navegaremos en aguas procelosas y otras por calmas, pero siempre, tengan ustedes la seguridad de que seguiremos conduciendo ese barco con mano firme, honrada y responsable. No nos apartarán de ese rumbo ni las tormentas artificiales ni los vientos azuzados”, sentenció el presidente Juan José Imbroda ante el aplauso de los cientos de melillenses presentes en el acto.
Uno de los problemas de Melilla que más preocupa a Imbroda es el del fracaso escolar, que afecta al 33% de los estudiantes, así como el abandono, que asciende hasta el 37%, cifras muy alejadas de la media nacional.
Para combatir esos porcentajes, la Ciudad Autónoma de Melilla firmará un convenio con el Ministerio de Educación para apoyar al profesorado. A resultas de este acuerdo, se llevará a cabo la contratación de 50 Técnicos de Educación Infantil, para lo que se utilizará la Bolsa de Trabajo de la Ciudad Autónoma, previéndose que puedan ser contratados durante el mes de octubre. Además, Imbroda recordó que ya está en marcha la creación de un instituto y un colegio de Primaria. “Por eso hemos firmado con el Ministerio convenios para colaborar en Educación trabajando en dos vertientes fundamentales: la Infantil y la reinserción escolar. Son convenios que refuerzan la gran labor que hacen los profesionales de la enseñanza en nuestra ciudad”, destacó el presidente. Para finalizar, recordó que la Ciudad Autónoma puso en marcha a comienzos de año la creación de varias ludotecas en las que se atiende a casi un millar de jóvenes melillenses.
Imbroda mostró ayer ante los asistentes algunas de las cartas que la Ciudad Autónoma piensa jugar para reactivar la maquinaria económica local. La ampliación del puerto comercial sigue siendo la iniciativa estrella a largo plazo. El presidente recordó que el proyecto ya está siendo evaluado con vistas a comenzar su construcción en 2015. Asimismo, anunció que han pedido al Gobierno central que planteé ante Bruselas la posibilidad de que el puerto sea declarado zona franca de la UE, convirtiéndolo en una base logística para el tráfico de contenedores.
También puso sobre la mesa Imbroda proyectos como la mejora de Beni Enzar, el nuevo contrato de navegación marítima, las ventajas sobre el Impuesto de Sociedades e incluso el Plan de Movilidad.