Por mucho que se denuncie este hecho parece que los melillenses no aprendemos. Da igual que la Ciudad Autónoma haya establecido sanciones para quienes arrojen basura fuera de los espacios destinados a ella y en unos horarios determinados. Nada de ello parece persuadir a quien lleva el incivismo por bandera. La pena es que estas imágenes, que por otro lado se producen un día sí y otro también, coincidan con unas con una campaña, la de ‘Melilla en Flor’, que sólo hace deslucir más una ciudad que podría ser ejemplo de limpieza.