La huelga de los transportistas está afectando y de qué manera al sector de la hostelería. Un sector, ya de por sí perjudicado por la crisis económica derivada por la pandemia.
Desde que se convocaran paros en la pesca y en el transporte de mercancías, la escasez de determinados productos se ha visto agravada cada día.
Durante el fin de semana, hemos podido comprobar cómo, en varios supermercados de la ciudad, las estanterías de fruta y verdura estaban casi vacías, por no decir totalmente.
Además, que los barcos no salgan a faenar, ha provocado una escasez de pescado nunca antes vista, tanto en supermercados, como en restaurantes y bares.
Diferentes dueños de restaurantes de Melilla, han asegurado a esta redacción, que durante la semana, no han podido comprar pescado y casi aceite de girasol, sin contar el alto precio del mismo. Una situación que este fin de semana, señalan, “hemos visto agravada”.
Otros restaurantes, por el contrario, sí que han podido conseguir mariscos y pescados, pero aseguran que les ha costado mucho y que han tenido que pagar un precio mucho mayor que habitualmente.
Sin embargo, a diferencia de la situación en algunos supermercados, la hostelería no ha sufrido falta de productos como carnes, frutas y verduras en los mercados mayoristas.
Todos los responsables con los que El Faro ha podido contactar coinciden en lo mismo: “Si la huelga continúa, que así parece que va a ser, esta semana la situación va a ser mucho peor”.
El presidente de la Asociación de Hostelería de Melilla, Chakid Mohamed, manifestó a El Faro la semana pasada que el pescado ya no está llegando a la ciudad. "No nos llega nada de pescado procedente del abasto porque los barcos no están saliendo a faenar y esto, unido a la huelga de camioneros, nos está dando la puntilla", señaló.
Tanto es así, que hay hosteleros que se plantean el cierre de sus establecimientos. "Si no tenemos mercancías pues tendremos que cerrar. Lo normal es tener una carta con un 50%-60% de oferta. Si no podemos hacer esa oferta, nuestros negocios se van a pique".
El máximo representante de los hosteleros locales se quejó de que la situación precaria que atraviesa el sector ya viene de antes como consecuencia de la crisis económica generalizada que vive Melilla desde hace especialmente dos años.
"La situación económica que arrastramos acrecienta nuestros problemas actuales. La hostelería ha caído en Melilla un 60% y existe un enorme desconocimiento en la calle de lo que está pasando. Parece que la gente no vive aquí porque disfruta su ocio en la península", explicó.