La repercusión que tenían las fiestas patronales en el sector de la hostelería no ha vuelto a ser la misma desde que el recinto ferial se trasladó del Parque Hernández. Por eso, el presidente de la Asociación de Hosteleros de Melilla, Hassan Amaruch, considera que se podrían buscar fórmulas para volver a acercar la fiesta al centro, donde se concentra un gran número de negocios. “Podría haber una feria de día que fuese en el centro, como en Málaga”, apuntó ayer en declaraciones a este diario.
Según explicó, con esta fórmula se permitiría que el sector se beneficiase como lo hacía años atrás con estas fiestas patronales. “La calle se podría cubrir, como la calle Larios (Málaga), para animar al centro y que la gente se reparta un poco”, dijo. Amaruch apuntó que “sólo sería una semana”, por lo que no supondría una amenaza para el entorno. Además, indicó que para continuar con la fiesta por la noche estaría el actual recinto ferial, en la explanada de San Lorenzo.
Esta idea, además de traducirse en una mayor facturación, también podría conllevar un aumento de contrataciones. “En la hostelería, en cuanto se nota algo más de movimiento, se empieza a contratar a gente para reforzar el servicio y eso es bueno para la economía de la propia ciudad”, incidió.
Los últimos días
El representante de los empresarios hosteleros señaló que la clientela de los negocios suele incrementarse en el centro en los últimos días de feria. “Una vez que pasa la novedad de las casetas, se ve más movimiento”, destacó Amaruch.
“Normalmente los cuatro primeros días la gente apuesta por irse a la feria a comer, pero luego vuelve al centro, en los tres últimos días se la semana”, dijo. Otro caso es el de los locales de los barrios: “Se quedan muertos en las fiestas patronales, están totalmente vacíos”.
Con todo, Amaruch espera que la facturación, una vez que terminen las fiestas patronales, se mantenga al menos en los niveles del año pasado, pero que no decaiga.
Regreso a la ciudad
Según valoró el presidente de la asociación de hosteleros, aunque tampoco quiere caer en el pesimismo, el verano es una estación complicada para el sector hostelero. “De lo único que nos podemos beneficiar en estos meses para mejorar la facturación es de aquellos melillenses que estudian fuera y vuelven a la ciudad o de aquellos que vienen a visitar a sus familiares, lo que ayuda a que haya más actividad”, hizo hincapié Amaruch.
Al respecto, destacó que espera que este mes y también la Feria sea generosa con este sector, que en el mes de julio sufrió perdidas que rondan el 20% respecto al año pasado, según Amaruch.
Habrá que esperar a que transcurran las próximas semanas para comprobar si el balance final del verano es positivo o negativo para los hosteleros de la ciudad.