El presidente de Promesa, Jesús Delgado Aboy, informaba el domingo por la noche de que presentará en el Consejo de Administración, varias campañas para incentivar el consumo en la hostelería, como celebrar el Día de la Tapa, poner vales descuento u organizar una Semana Gastronómica. Pero el sector de la hostelería denuncia a través de este periódico que nadie ha contado con ellos. Aseguraron hosteleros miembros de este sector que no han recibido la llamada ni la información al respecto e indican que un Día de la Tapa no va a ayudar a recuperar gastos que tienen sus negocios.
Para los hosteleros, este anuncio de Promesa es solo una iniciativa de la entidad porque insistieron en que no se ha contactado con ellos para recoger su opinión o al menos para ver si estas actividades les ayudarían en sus negocios. Aseveraron que se trata de una iniciativa política.
La campaña, sin la hostelería
Miembros de la hostelería melillense comentaron a este periódico que desconocen por qué Promesa iniciaría estas campañas, pero que se trata de una cuestión para la que no han llamado antes al sector para ver si les viene bien, si les ayudaría o no y si se necesitarían otras medidas prioritarias antes que organizar, por ejemplo, un Día de la Tapa.
De hecho, indicaron los costes ahora en sus negocios se han incrementado debido a varios factores y que la posibilidad de ofrecer una tapa gratis con la consumición es ahora un problema para muchos de ellos.
Se estima desde este colectivo de empresarios que los costes han aumentado hasta un 65% respecto a hace varios años y son muchas las circunstancias que han influido en esta cuestión. La primera de ellas es que se ha encarecido la luz o los transportes de mercancías. También las materias primas tienen un coste elevado ahora, que antes en Melilla no se sufría porque venían muchas cosas de Marruecos a un precio más económico, como el pescado o las verduras y la fruta.
Es más, apuntaron estos representantes del sector que ya no se puede ofrecer una caña con una tapa por 2 euros o similar, sino que sería necesario que el cliente pagara por la caña 2 euros y otros tantos o 3 euros por la tapa, como ocurre en muchas ciudades españolas.