–¿Qué le trae por Melilla?
–He venido expresamente a buscar unas hormigas muy chiquititas, muy primitivas, son las hormigas más primitivas y posiblemente de las más raras del planeta. Miden un milímetro y pico, son subterráneas, ciegas, y los machos pegan pequeños vuelos en verano. Entonces yo he venido a ver si capturo algunos machos de estas hormigas tan raras a las que llaman ‘hormigas Drácula’. Porque las reinas y las obreras se alimentan de la hemolinfa, digamos la sangre de sus propias larvas. Es un tipo de canibalismo que no mata a las larvas, se llama canibalismo no destructivo porque chupan un poquito de hemolinfa y después pasan a otra larva. De ahí le viene el nombre ‘Hormiga Drácula’.
–¿Muerden a sus larvas?
–No, fíjese, no las muerde. Fue un descubrimiento sensacional del año noventa de un japonés llamado Masuko. Resulta que el abdomen de las larvas, que está dividido en segmentos, pues en el segmento número cuatro tienen dos poros por las cuales sale la hemolinfa, cuando las reinas aplican la boca sobre el poro. Es decir, que está ya preparado, no tienen que pincharlas ni utilizar las mandíbulas para nada.
–¿Cómo de larga es la vida de estos insectos? ¿Duran más las reinas?
– Efectivamente siempre, en todas las especies, la reina puede vivir varios años. Se han dado casos de reinas que han vivido 25 o 30 años; y las obreras depende, pueden vivir entre 3 meses o un año. Siempre la reina es más longeva, y tiene sentido porque es la que pone los huevos. Es un poco el centro de la colonia.
–¿De cuántos elementos puede componerse una colonia de leptanilla?
–Por ejemplo, hay hormigas legionarias africanas que pueden tener varios millones de ejemplares y esta del género leptanilla tienen del orden de unos setecientos y trescientos ejemplares. Es decir, va de varios millones según la especie a varios cientos. Incluso hay especies que se componen de once o doce ejemplares.
–Entonces, ¿cuanto más antiguas menos ejemplares tienen?
–Cuanto más primitivas. Ahora mismo las leptanilla se consideran posiblemente de las que hay en el planeta las más antiguas. Estamos hablando de que las hormigas se originaron a lo mejor hace ciento veinte millones de años y la leptanilla está justo en el origen del nacimiento del grupo ‘formicidae’ que son las hormigas. Una rama grande del tronco de las hormigas generó la diversidad extraordinaria de las hormigas actuales y otra pequeña rama que salió de la base se quedó estancada. Estas últimas son las leptanillas.
–¿Por qué elige Melilla para capturar a estas hormigas? ¿Ha pasado por otras ciudades españolas?
–Esto es un proyecto que tengo de estudiar estas hormigas extraordinarias, pequeñísimas, en España y en Portugal. Entonces es interesantísimo haber venido, tanto a Ceuta, de donde acabo de llegar, como a Melilla en lo que supone de especies norteafricanas, que además, están resultando ser diferentes siempre a las de la península ibérica. Lo que yo hago aquí es no parar desde las 8:00 horas en punto de la mañana. Por cierto, aquí la gente amabilísima, porque me han autorizado para ir a las piscinas de Rostrogordo muy tempranito. El señor Paco Pino es el que me ha autorizado. También me han autorizado para visitar unas balsas de agua que hay. Entonces yo me asomo a las piscinas y a las balsas de agua y con una bandeja voy cogiendo muestras de agua y voy viendo los puntitos que hay a ver si aparece algún macho.
"Una rama grande del tronco de las hormigas generó una diversidad extraordinaria y otra rama se quedó estancada”
Otra cosa que hago también es colocar trampas que se cargan con energías solar. Es un bote no muy grande, que de noche tiene un sensor que detecta la oscuridad y enciende unas luces led ultravioleta. Atrae a los bichos, los bichos cuando llegan al bote, donde he colocado una lámina de acetato, chocan y caen al agua. Por ejemplo, esta mañana (el jueves pasado) los militares del cuartel de Rostrogordo me han autorizado a poner en el mismo cuartel una trampa y esta mañana han aparecido dos ejemplares. Después, Óscar, de la Confederación Hidrográfica, también me ha autorizado a poner una trampa, que esta mañana he ido a recogerla y donde han caído dos ejemplares. Eso es lo que he hecho, yendo de un sitio a otro, voy a visitar dos piscina particulares. Llevo siempre mi bandeja.
–¿Por qué tiene que ir siempre a una balsa de agua?
–Porque estos machos microscópicos van volando y un golpe de viejo o el cansancio hacen que por error, o por azar también, caigan al agua donde mueren. Yo los recojo normalmente muertos. Tiene que ser láminas de agua, fuentes, estanques cercanos si es posible a un poco de campo o a un monte, que es dónde se pelean.
Mi instrumento más importante es una bandeja comprada en los comercios chinos por dos euros y medio. Esto es básico. Entonces yo llego a la lámina de agua, la sumerjo un poquito y hago que la capa superficial empiece a entrar, de tal forma que va viniendo toda la capa superficial. A lo mejor van entrando casi dos metros cuadrados y, una vez que está llena, la pongo en el suelo y observo. Entonces empiece a ver si está el bichito. Si hay dudas, es fundamental una lupa de mano de 20 aumentos. Entonces la miro y veo si es leptanilla o no.
A ver más aparatos… cuando por ejemplo el agua es de difícil acceso, pues tengo un colador que he fabricado con un palo de selfie aun cono de café melitta. Bueno, pues esto es mano de santo esto cuando no llego, lo estiro y después en el agua lo suelto. También llevo siempre el agua para rellenar las trampas.
–¿Cada cuanto tiene que rellenar las trampas?
–Más o menos lo que hay de depósito en la trampa es medio libro. Dos días aguanta bien, incluso tres días. Pero hay que tener cuidado.
–¿Las trampas cómo son?
–La trampa está hecha con un bote de plástico; yo le abro dos ventanales laterales. En el centro pongo la plancha de acetato y encima pongo unas trampas que usan los chinos para matar mosquitos. Yo esa trampa la modifico, quito la parte de trama metálica que tiene voltaje y aprovecho la placa solar y la luz ultravioleta. Eso lo pongo como un sombrero encima del bote. Esto ha demostrado una efectividad extraordinaria.
Por ejemplo, a un amigo de Manolo Tapia (Guelaya) que se llama Gonzalo Martínez Salcedo y es guardabosques en Chafarinas le regalé una trampa para que hiciera pruebas en la islas. Sorprendentemente ha capturado estas hormigas tan rarísimas en Chafarinas, y esto es además una novedad, es una cosa que no está publicada ni se conoce, pero que es un hallazgo extraordinario puesto que es una isla de origen volcánico y a saber cómo ha podido llegar la hormiga cuya expansión es siempre subterránea.
"Es una isla de origen volcánico y a saber cómo ha podido llegar la hormiga cuya expansión siempre es subterránea”
Entonces, aparece una colonia de 200 ejemplares con su reina. Aparece una reina fecundada y se cree que esa reina recién fecundada abandona la colonia madre con varias obreras y con la reina original. Pero claro, no se pueden expandir bajo tierra, uno, dos, tres metros…¿Cómo ha llegado hasta allí? Eso es muy curioso porque sabéis que Chafarinas está a unos 4 kilómetros de la costa de Marruecos. En una de las tres islas descubrieron un poblado neolítico al descubierto. Una cosa muy curiosa y muy notable. Entonces, los arqueólogos piensan, una vez que detectaron que tenían ganado y algunos cultivos, que es imposible que hubieran desarrollado esos cultivos y ese ganado en una isla que no tiene agua.
Por lo tanto, los arqueólogos han pensado que hace cuatro o cinco mil años, el tiempo que se calcula que tiene ese poblado, tuvo que haber un cordón de tierra que unía la isla volcánica con el continente. Pues leptanilla confirmaría desde el punto de vista zoológico la teoría de los arqueólogos, porque esta hormiga que se expande bajo tierra, tuvo que expandirse a través del cordón de tierra.
La presencia de esta hormiga confirmaría desde el punto de vista zoológico la teoría de los arqueólogos
–¿Cuántos ejemplares encontró en Chafarinas?
–En Chafarinas durante más de una veintena de días encontró una barbaridad, unos 160. Alucinante.
–¿Son machos los que ha encontrado? ¿Ninguna reina?
–Sí, estos son machos. Reinas no he encontrado porque ya para eso se necesitan excavaciones especiales con las que hay que pedir autorizaciones. De momento yo me centro en los machos porque al salir son los que pueden dar una idea de si la especie existe en la zona y si hay diversidad, si hay varias especies. Además a mí me está permitiendo construir los mapas de distribución en toda la península, de los distintos tipos que estoy encontrando.
–¿Ahora mismo cómo va el estudio?
–Esto es lento como el caballo del malo. Es lento porque lo curioso es que estas hormigas que se descubrieron hace 150 años, se han considerado siempre excepcionalmente raras y escasísimas en las colecciones mundiales, y yo, modestamente, lo que yo estoy empezando a ver, y a contribuir, es que son abundantes. Lo único es que hay que aplicar los métodos adecuados y tener una paciencia de franciscano. Si se usan los métodos adecuados se encuentran fácilmente.
–Una vez finalizado el estudio, y haya pasado por toda la península ibérica, ¿cómo concluye el proceso de investigación?
–De todas formas es una cosa lenta porque son hormigas muy complejas a la hora de diferenciar las especies. Para hacerse una idea, los machos como singularidad, en muchas especies de leptanilla, la cápsula genital ocupa la cuarta parte de macho. Es una genitalia proporcionalmente enorme, la aberrantemente gigante del mundo de las hormigas. Calcula que hay 13.000 especies de hormigas, pues leptanilla tiene una cápsula genital que es de las más grandes. Pues esa cápsula genital ayuda mucho a distinguir entre las especies. Yo con mucho cuidado extraigo la cápsula genital, y lo que hago con una aguja hipodérmica, con muchísimo cuidado separo la genitalia y la preparo en un portaobjetos para verla en un microscopio. Ya las fotografío, las comparo y tal.
Con este tipo de trabajo lo que solemos hacer es publicarlo en revistas científicas. Yo también estoy en colaboración con un par de investigadores norteamericanos porque hay una cosa que nunca se ha hecho hasta ahora con este grupo de hormigas que no se conocían hasta 150 años: hasta ahora ha sido imposible saber a qué obrera corresponden los machos que se van encontrando. Porque uno encuentra el macho en una piscina, se encuentra a la obrera en otro terreno y nunca se han podido asociar. Siempre que se han encontrado colonias, se encuentran obreras y reinas, pero los machos son difíciles de encontrar. Entonces una forma de asociar a los machos y las obreras que independientemente se van encontrando es aplicar las técnicas modernas de ADN. En eso estoy en colaboración con americanos, que se quedan por cierto bastante sorprendidos cuando les mando el material. Aparentemente, ¡qué facilidad! ¿no? Ya les gustaría que me vieran cómo curro.
Hasta ahora ha sido imposible relacionar a las obreras y a los machos que se encuentran por separado
De hecho, a algunas excursiones sí me llevo a mi mujer, en las que yo calculo que además de buscar hormigas nos vamos a entretener. Por ejemplo en Málaga y en Álmería, que estuvimos hace poco, hicimos un ‘mix’: un poco de entomología y otro poco de visita cultural. Aquí a Melilla no me atreví a traerla porque esto es horroroso, estoy trabajando desde las 8:00 horas de la mañana. Donde paso de un embalse a otro. De todas formas, es apasionante. Lo primero ha sido en mi caso ha sido el método. Es decir, una vez aplicas los métodos adecuados estas hormigas empiezan a aparecer y hasta ahora se creía que eran rarísimas. De raras nada: están, salvo en sitios fríos, por todos lados.
–Para elaborar toda esta investigación, ¿lo hace de forma independiente o trabaja con alguien?
–La gente que conozco aquí es amabilísima, pero yo vengo aquí absolutamente por mi cuenta. Sin ayuda económica ninguna. Todo esto me lo costeo yo con mucho gusto, porque es una cosa muy bonita, es fascinante. Porque todo este material que se recoge tiene después mucho tiempo de trabajo de laboratorio: diseccionar, comparar, fotografiar, etc. Es una cosa muy bonita y al que le gusta… Pero para esto ya le digo soy, totalmente, lo que se llama en inglés ‘the outsider’. Voy totalmente por mi cuenta.
"Con los métodos adecuados empiezan a a aparecer y hasta ahora se creía que eran rarísimas”
–¿Por qué es importante conocer el mundo de las hormigas? ¿Qué aporta y cómo afectan las hormigas a los seres humanos?
–Es una cosa curiosa, por lo que está preguntando, es muy interesante. Pero yo defiendo el estudio y el conocimiento de la naturaleza tal cual, eso es apasionante. Las hormigas son los himenópteros más diversos y de mayor impacto ecológico. Por ejemplo, las hormigas remuevan la tierra, la oxigenan, aportan minerales y en los bosques limpian de cantidad de insectos, porque se los comen, que son perjudiciales para árboles y plantas. Es decir, hay estudios que muestran el enorme impacto de cómo remueven la tierra de un año para otro. Pero yo eso, independientemente de la parte práctica, la parte cultural me parece fascinante.