Un día del año 2010 me encontraba en el gimnasio de rehabilitación del Hospital recibiendo mi tratamiento y un fisioterapeuta que después será una persona fundamental en la creación y desarrollo de nuestra asociación me presento a una mujer que según me dijo padecía ELA, yo desconocía esa enfermedad, cuando empecé a leer información en ORPHANET que en un próximo episodio os ampliaré información, comprendí la gravedad de la situación pero esta mujer iluminaba su cara con una amplia sonrisa que no la perdía nunca, aunque la evolución de su enfermedad progresiva, irreversible y sin tratamiento curativo, solo los tratamientos paliativos conseguían mantenerle en una calidad de vida los más digna posible.
Todo esto no fue posible sin una maravillosa familia que dedicada en cuerpo y alma en su atención y entre esta maravillosa hay una preciosa niña que es fiel reflejo de su madre.
Esta mujer lucho hasta su último aliento en mantener su sonrisa que ha dejado grabada en nuestros corazones.
Yo he tenido algunos momentos complicados a causa de mi enfermedad, pero pensaba en esta mujer y me daba fuerzas para seguir adelante.
Un abrazo solidario con las personas afectadas por EE. RR.