Al menos seis familias de Melilla han perdido a sus hijos en extrañas circunstancias. Cuando han hallado los cuerpos las autoridades han dicho a los familiares que habían muerto en un ajuste de cuentas. Dris Mohamed y Abdeslam Ahmed ponen en duda la autoría de todos esos asesinatos.
“Desde que tengo uso de razón, aquí han aparecido muchos cadáveres. Siempre se ha hablado de ajustes de cuentas. Yo antes me lo creía, pero desde que le pasó a mi hijo sé que todas esas muertes son de la Marina Real Marroquí”, comenta Dris Mohamed a El Faro.
Esas familias rotas optaron por pasar página. “Sin ir más lejos, en 2008 salió una embarcación y nunca regresaron”, dice Abdeslam. Lo normal en Melilla es que los padres de Emin y Pisly hubieran hecho lo mismo. Nadie se esperaba que los dos movieran cielo y tierra en busca de justicia.
Sin respuestas
Ahora mismo ellos tienen más preguntas que respuestas. Saben que sus hijos salieron en la lancha de Emin desde Saidia, con todos los papeles en orden porque así consta en el registro del puerto deportivo. La versión oficial dice que durante la travesía les dio el alto una patrullera de la Marina Real Marroquí (militares). Ese es el tramo de la historia que no está claro.
Los cuerpos fueron recuperados por la Gendarmería de Marruecos que hizo bien su trabajo. Fueron ellos los que redactaron el atestado. En la lancha no encontraron drogas. Sólo los dos cadáveres y cañas de pescar.
En los cuerpos de Emin y Pisly los médicos forenses no hallaron ni restos de estupefacientes ni de alcohol. Únicamente dos disparos y multitud de hematomas.
Emin murió en el acto al recibir un tiro en la base del cuello, que le salió por la parte de atrás de la cabeza. Tenía cardenales por todo el cuerpo. Su padre, Dris Mohamed, ve improbable que le dieran la paliza después de muerto. No tiene sentido.
Pisly murió desangrado. Quizás, si hubiera podido llegar a un hospital, con muchísima suerte, habría salvado la vida. Tenía un boquete en el estómago, que le afectó también el hígado. La bala salió por detrás. Había hematomas en su cara.
Un día antes de morir, Pisly envió una foto a su padre y ese golpe encima del ojo no estaba. Su padre lo achaca a una paliza.
Tampoco ha aparecido el iPhone de Pisly. Abdeslam cree que quizás los muchachos grabaron algo que terminó costándoles la vida. Los cadáveres fueron desvalijados. Sólo devolvieron a la familia la ropa, que estaba mojada y 10 euros. Ni la lancha, ni los teléfonos, ni el reloj blanco de Emin, que su padre Dris Mohamed no olvida. Cuando abría la puerta de la habitación del joven y veía el reloj sabía que el chico estaba en casa.
“Los gobernantes se han reído de nuestro dolor”
Los padres de Emin y Pisly, Dris Mohamed y Abdeslam Ahmed, saben que tienen el apoyo de mucha gente en esta ciudad, aunque son muy pocos los melillenses que acuden cada 27 de octubre a la concentración que organizan frente al Palacio de la Asamblea.”
“Sabemos que toda Melilla está con nosotros”, dice Dris, convencido de que no exagera.
Él entiende que muchos no acudan a la concentración porque se celebra en horario laboral, pero aún hoy, cinco años después del asesinato de los dos jóvenes, sigue recibiendo mensajes de apoyo.
Se emociona cuando recuerda que al entierro de Emin y Pisly acudieron unas 6.000 personas, de todas las razas y culturas. “Había judíos, musulmanes, cristianos, gitanos... Estaban todos”.
Dris está convencido de que la Marina Real disparó antes de preguntar. Desconfía de que se haya producido un tiroteo con al menos 41 tiros, como dice la parte marroquí. “Con que hubieran disparado sólo uno a la lancha se habrían ahorrado el resto”, dice.
Que el tema esté hoy en el punto cero, no les desanima. A pesar de todo, los dos aseguran que siguen creyendo en la justicia:“En la terrenal y en la celestial”, acota Abdeslam.
Dris admite que Emin y Pisly les dan fuerza, pese a que el recuerdo de ambos “les está quemando”. “Nadie puede entender que le maten a un hijo de 20 años. Los gobernantes se han reído de nuestro dolor”, concluye.
Son ustedes un ejemplo de tenacidad, coraje y de cariño, para que el recuerdo de sus hijos y de lo que les hicieron, no se diluya con el tiempo y que siempre estén presentes.
Lo mas triste es que eran ciudadanos españoles y la actitud que tubo el gobierno saliente como el de ahora, es vergonzoso por aceptar las explicaciones que dio el gobierno marroquín, que no se mantienen por los hechos.
Ya esta bien que se permita a nuestro vecino "Amigo" seguir haciendo desmanes, ¿ pero que ocurre con los que suben al poder en nuestro pais?, que no actúan, sean del color que sean.
Señores padres, mis mas sinceras condolencias y que algún día puedan conocer la auténtica verdad de lo que les paso a sus hijos y que se haga verdadera justicia.
Un abrazo.
Este doloroso tema me produce siempre un gran desasosiego.El gobierno español ha de tomar cartas en el asunto.Yo le recomendaría se pusiesen en contacto con el grupo parlamentario de Unidos Podemos a través de Pablo Iglesias o Alberto Garzon para que ellos pidieran a Pedro Sánchez personalmente solución a este tema.El gobierno español debe mucho a este partido político.