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Imbroda indicó que en total hará falta una inversión de 290 millones, 50 más de lo previsto
La obra de ampliación del puerto comercial de Melilla arrancará a finales del 2018 y necesitará una inversión de 290 millones de euros, 50 más de lo que estaba previsto para “respetar” la colonia de ejemplares de lapa patella ferruginea que existe en las escolleras, ya que es una especie en peligro de extinción. El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, dijo ayer que el Ministerio de Hacienda consignará al de Fomento una partida de siete millones de euros en los presupuestos Generales del Estado de 2018 para esta actuación.
El presidente indicó en rueda de prensa que los responsables del Ministerio de Fomento le confirmaron ayer este punto en una videoconferencia, en la que participó también el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani.
Imbroda recordó que ya en los PGE del 2017 había dotación económica para este proyecto, pero la diferencia es que el próximo año estarán reflejados en el capítulo siete, “que quiere decir que ya arranca para la adjudicación de la obra”, lo que podría producirse en septiembre de 2018, para empezar la obra en noviembre.
El máximo dirigente del Gobierno local consideró que esta obra será “la revolución del siglo XXI”, al igual que lo fue a principios del siglo XX la construcción del muelle, lo que permitió a Melilla tener un muelle y dejar atrás “una escollera con cuatro piedras” por la que los barcos no podían atracar y era necesario utilizar “barcos de remo” para llegar a tierra.
El presidente de la Ciudad reclamó “colaboración y respeto” a los “detractores de conveniencia que no ven que es un éxito del PP”, así como “altura de miras” a aquellos que "hablan de la sostenibilidad económica del proyecto", ya que “Melilla no va a pagar las culpas de los últimos 10-15 años de desarrollismo de grandes infraestructuras que no han servido para nada”.