Según dijo, el vecino reino “ha traspasado la línea roja, al pretender recurrir a la ONU para denunciar crímenes contra la humanidad en el Norte de Marruecos”, según el Parlamento marroquí ,“durante la guerra colonial de España” en el país alauita.
El parlamentario melillense cree que este tipo de pretensiones y declaraciones exigen una respuesta tan firme como “la que de forma tan extraordinaria en nuestra Democracia ha tomado el Gobierno socialista de la Nación contra los controladores aéreos”.
“Marruecos –prosiguió- ha demostrado una vez más su enemistad y mala política de vecindad pese a los esfuerzos de buena voluntad por nuestra parte para llevarnos bien. Por eso, exigimos especialmente contundencia”, agregó el parlamentario, quien a su vez reclamó también al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero que explique las razones por las que tomó la drástica medida de declarar el Estado de Alarma, a pesar de lo excepcional de la figura que hasta ahora nunca se había decretado en nuestra Democracia, “y que tampoco se ha adoptado en situaciones muchos más críticas para nuestro país”.
“No es lícito que un colectivo haya intentado paralizar el país, pero el Gobierno debe dar también explicaciones serias e inmediatas ante la Cámara de lo que ha hecho y por qué lo ha hecho”.
Según informó el diputado, la sesión de explicación a las Cortes será tras el puente de la Inmaculada, el próximo jueves.
Solidaridad con Alí Aarras
Por otra parte, Gutiérrez quiso reiterar su solidaridad con el melillense de origen belga que el Gobierno de Zapatero quiere extraditar al vecino reino, aunque en la actualidad la decisión se encuentra paralizada a petición del Comité de Derechos Humanos de la ONU.
Asimismo, se comprometió una vez más “a hacer todo lo posible” para que la extradición no se cumpla, convencido “de la falta de mínimas garantías jurídicas” en el vecino país.
Unas fuentes que no dejan de dar agua
El consejero de Medio Ambiente, Ramón Gavilán, explicó ayer a ‘El Faro’ que las fuentes públicas que se nutren de Yasinen, Trara y Tigorfaten, yacimientos cercanos en los que Melilla tiene concesiones para tomar agua, no dejaran de servir el bien de primera necesidad a los melillenses sin mermar su calidad, porque con independencia del acto del alcalde de Beni-Enzar, “ya es muy poca el agua que llega normalmente”, dado que se pierde en su trayecto por la red, “y el suministro se completa con agua tratada por el procedimiento de ósmosis inversa”.
Gavilán explicó que si han cambiado las cerraduras de acceso a las casetillas municipales de Melilla en los citados yacimientos, la actuación deberá ser de otro nivel, dado que la incidencia del hecho en el suministro de agua en Melilla es nula, a causa, como señalamos, de unas perdidas en la red provocadas por las roturas que realizan los lugareños para obtener el líquido elemento antes de que logre llegar a nuestra ciudad.