La asociación ecologista Guelaya de Melilla organizó ayer una caminata y pedalada a la Mar Chica, también conocida como la laguna de Nador. Con motivo del Día Internacional de los Humedales, celebrado el pasado martes 2 de febrero, el objetivo de esta marcha es dar a conocer este ecosistema y su riqueza natural a los melillenses.
La actividad comenzó a las 11:00 horas en la puerta del Mercado Real y se pudo realizar tanto a pie como en bicicleta. Desde ahí, partieron hasta la Mar Chica a través de la frontera de Beni Enzar.
Uno de los miembros de la organización, Manuel Tapia, explicó a El Faro que los humedales “son unos de los ecosistemas que más están sufriendo por el deterioro ambiental, pese a ser uno de los más importantes de nuestro planeta”.
Gracias a esta visita, los participantes pudieron conocer la fauna que habita este entorno natural, especialmente importante “para las aves migratorias que hacen ruta a través del estrecho”, comentó Manuel Tapia.
Según explicó el ecologista, “la más llamativa de las especies que pasan por aquí es el flamenco, que puede verse en abundancia”, pero añadió que también pueden encontrarse ejemplares de pato cuchara, alcaraván, garzas o garcetas entre otras aves.
Asimismo, otro de los objetivos de Guelaya es que los melillenses “vean lo cerca que tenemos estos espacios naturales que suelen ser desconocidos para la mayoría”, puntualizó Tapia. “A veces solo vemos esta zona con el objetivo de ir a la playa para veranear, cuando es un sitio ideal para pasear, hacer excursiones y conocer la fauna”, argumentó el asociado.
Ayer, fueron más de 30 melillenses los que se sumaron a esta actividad. Para la asociación es un éxito que, a través de las redes sociales, los participantes se hayan sumado a la iniciativa, ya que la mayoría de ellos no forman parte de la asociación Guelaya.
En este sentido, el ecologista se alegró de que la actividad “sirve para fomentar el ocio en familia” ya que varios grupos de padres e hijos acudieron a la cita.
Además, Tapia contó que actualmente los ecologistas trabajan para conseguir que se considere como humedal al Río de Oro “que tiene unos valores medioambientales muy desconocidos para los melillenses”. “Hemos hecho un plan de restauración del río que está en estudio por la confederación hidrográfica, a nivel estatal, y nos gustaría mucho que se llevara acabo”, concluyó.