Aseguran que en general el Gobierno local no escucha sus propuestas
El primer semestre del año no ha sido positivo en materia de medio ambiente para la asociación ecologista Guelaya. Los responsables de la entidad critican en su balance que el Gobierno local haya dejado sin poner en marcha actuaciones que se encontraban dentro de su programa y eran positivas para el entorno natural. Sin embargo, sí han realizado otras acciones “contrarias al ecologismo social”. Entre las segundas, los ecologistas se refieren al proyecto del Sendero Verde, en el que, como ya publicó este periódico hace semanas, indican que no se ha respetado ninguna de las propuestas que ellos hicieron. Asimismo, lamentan que se trate de una iniciativa “más en manos” de la Comandancia General que de la Ciudad y aseguran que supondrá un retroceso en el uso de este espacio público. “Ahora no podremos pasar por las mañanas de lunes a viernes ni caminar por la Pista de Carros”, indican.
Otra de las “cuentas pendientes” de la Consejería de Medio Ambiente, según Guelaya, es la elaboración de una estrategia de protección para la patella ferruginea, a pesar de haber pasado el límite establecido por la Ley de Patrimonio Natural.
Las obras en la playa de Horcas Coloradas también provocan el descontento de los ecologistas melillenses. Aseguran que aconsejaron a Medio Ambiente que no se iniciaran en la época de reproducción de especies protegidas en los acantilados, como finalmente ha ocurrido. Señalan además, que si se hubiera respetado la época de cría, la actuación habría estado lista para que la playa estuviera abierta en la temporada de baño.
Acuerdos desaprovechados
Por otro lado, desde la asociación melillense lamentan que los acuerdos adoptados con la Consejería de Medio Ambiente no haya tenido utilidad. Se refieren, en concreto, a una convenio de colaboración por el que Guelaya cedía árboles al Ejecutivo. Sin embargo, aseguran que estos no han sido plantados.
Los ecologistas critican, además, que el Ejecutivo local no esté dispuesto a escucharlos cuando tratan de tenderle la mano. Se refieren, por ejemplo, a los trabajos de los planes de empleo que se realizan en el Río Nano. Aseguran que en el desarrollo de las labores de estos empleados han comprobado que se arrancan especies valiosas desde el punto de vista ambiental. Ellos se han ofrecido a asesorar a la Consejería para evitar este problema, pero no han contado con ellos.
Fomento y Seguridad Ciudadana
Desde la asociación señalan, además, cuestiones que son competencia directa de otras consejerías como la de Fomento y la de Seguridad Ciudadana. Indican que no entienden que muchas de las actuaciones que se realizan desde el área de Fomento contradigan lo que se establece en el futuro Plan se Movilidad Sostenible. Como ejemplo se refieren al hecho de que las calles del barrio de la Libertad de estén renovando, cuando en el Plan de Movilidad se establece que serán vías de plataforma única. “Se está tirando dinero a la basura”, dicen.
En cuanto a la movilidad también lamentan que en la playa de la Ensenada de los Galápagos no se permita acceder en bicicleta. Indican que no es lógico que por una parte se apueste por la sostenibilidad y por otra se decreten prohibiciones de este tipo.
Los ecologistas insisten una vez más en sus críticas en que en Melilla no se cree en el empleo verde y se sigue apostando por una política más de ladrillo y asfalto. Asimismo, se preguntan por qué no se espera a la aprobación del PGOU y el Plan de Movilidad antes de desarrollarlos. “Creemos que por dos motivos, los retrasos en la gestión de ambos y porque ahora cuentan más los intereses electorales”, apostillan.
Falta de transparencia
Por otro lado, también acusan al Ejecutivo local de falta de transparencia. En concreto, indican que han solicitado el presupuesto de 2014 y hasta el momento no han tenido respuesta.
Además, apuntan que existen algunas “lagunas legales”. Los ecologistas aseguran que las ordenanzas de zonas verdes son de los años 80 y las sanciones aparecen en pesetas. “No es posible mantener un limbo legal en acciones como los daños al arbolado urbano y la fauna local”, critican.